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Esa mañana Harry se levantó con la idea de tener un rato de paz para él. Las hormonas lo estaban matando y como apenas salía de la casa se estaba agobiando.
Tenía turno con el medico a las cuatro de la tarde y en el mientras tanto había decidido meditar.
Louis estaba en su oficina trabajando tal y como el omega se lo había pedido, pues de todas maneras tenia cosas que terminar.

Harry ahora estaba acostado en su cama en ropa interior y con el vientre desnudo. De fondo se escuchaba un podcast de meditación que había encontrado en una página de "Omegas embarazados", que al parecer era especial para conectarse con sus cachorros.
Y la verdad es que se sentía bien, bastante bien para ser sinceros. Su respiración se volvía cada vez más pausada mientras acariciaba la panza con las yemas de sus dedos. Trazaba suaves y descoordinadas líneas, creando dibujos imaginarios y sonriendo.

Sonreía porque esa tarde sabrían finalmente el sexo de su cachorrito, que en si no cambiaba las cosas, pero era un pasito más cerca de tenerlo en brazos. Rogaba desde el fondo de su corazón que este acomodado en una posición que les permitiese verlo, porque realmente quería saber que tendría.
Su ceño se frunció de repente y su estómago gruño. Todo aquel aura limpio y tranquilo se esfumo en el momento en que se dio cuenta que tenía hambre, y no le gustaba para nada tener hambre.
Bufo y se levantó lentamente ya que su vientre le complicaba aquellas tareas.

Busco en el armario una remera de Louis, de esas que al alfa le quedaban bastante sueltas, y se la puso logrando que le quede como un remeron.
Se miró al espejo de cuerpo completo y sonrió. El omega era de contextura media, solo unas pulgadas más bajitas que su alfa, cosa que amaba totalmente. Pero su físico en si era más parecido al de un beta o un alfa.
Sus brazos y su espalda eran grandes, anchos pero sin llegar a ser toscos. Sus piernas eran largas y brillosas. Pero su rostro de omega era inevitable, tenía facciones dulces, suaves que lo definían como tal.

Dio un par de vueltas observando su vientre desde diferentes ángulos logrando que su sonrisa solo crezca más y más, amaba estar embarazado.
Su panza volvió a gruñir y bufo bajito. Salió de la habitación en camino a la oficina de Louis. Entro sin golpear encontrándose a su alfa concentrado en unos papeles frente a él en el escritorio, su sonrisa volvió a crecer.

-Amor.- Dijo bajito y el alfa alzo la cabeza, sonriendo al verlo.

-Ey.- Dijo en un tono alegre.- ¿Ya meditaste?- Pregunto dejando los papeles a un lado.

-Sip.- Respondió Harry caminando hacia el.- Ahora tengo hambre.- Louis rio tomando su mano para sentarlo en su regazo.

-¿Qué queres comer?- Comenzó a dejar besitos en su cuello.

-Mmm sushi.- Respondió el rizado y Louis lo miro con el ceño fruncido.

-Pero no podes amor.- Dijo corriéndole el pelo del rostro, el omega se encogió de hombros.

-¿Y? Tengo ganas de comer sushi.- Llevo sus propias manos a su vientre.

-¿Por qué ahora no comer otra cosa y le preguntamos al doctor si podes comer eso?- Propuso.- Si dice que si a la noche compramos.- Harry bufo.

-No Louis.- Dijo serio.- Quiero comer sushi ahora ¿No entendes?- El alfa se sorprendió ante su tono.

-Epaa.- Hablo el castaño.- Solamente te estoy diciendo que te hace mal, no era para que te enojes.-

-Bueno pero me pones de mal humor.- Louis bufo.

-Vos viniste a verme.- Dijo por lo bajo y el menor se levantó de su regazo.

Sin decir nada salió de la oficina dando un pequeño portazo. El alfa suspiro algo frustrado y se refregó los ojos con cansancio.

Termino rápidamente con los papeles que tenía pendiente y camino hacia la habitación donde encontró a su omega acostado en la cama hecho un bollito mientras acariciaba su vientre nuevamente desnudo.
En silencio se acostó a su lado y lo abrazo por la espalda pegando el cuerpo del menor contra su pecho. Harry no se movió, en cambio Louis noto como se acurrucaba más cerca de su cuerpo.

Color de Rosas Vol.2 OmegaverseWhere stories live. Discover now