05

3.4K 336 48
                                    

—Te odio

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

—Te odio... Te odio... Te odio...

Jisung golpeaba la almohada y reprimía las lágrimas, Minho había sido descarado antes pero lo que estaba haciendo estaba superando el nivel.

Era la quinta vez que no llegaba a dormir.

¿Cuánto tiempo más le iba robar de su esposo aquel amante?

Aquel al que no podía ponerle rostro ni nombre pero que estaba ahí como una sombra.

Y de nuevo volvía a tocarse, a tener que satisfacerse solo.

Lamía sus dedos para penetrarse con ellos, masagueaba sus testículos, bombardeaba su pene hasta llegar al orgasmo y cuando terminaba no podía sentirse bien consigo mismo, algo le faltaba, tal vez era la forma en la que Minho le hacía el amor pero eso ahora era cosa del pasado. Jisung ya no se sentía deseado.

Minho seguía con él por costumbre, por Lea y él porque no tenía nada más que a Minho. Dependía de él en todos los sentidos.

—Maldito seas, Minho, mil veces maldito. Maldito sea tu amante, malditos sean todos.

Se cubrió con las sábanas y dió un grito seco antes de acostarse finalmente a dormir.


Felix se sentía cada vez más feliz, Minho le había comprado un departamento más grande y lo habían estrenado de todas las maneras posibles y lo mejor es que como el castaño prometió se había quedado a dormir con él

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Felix se sentía cada vez más feliz, Minho le había comprado un departamento más grande y lo habían estrenado de todas las maneras posibles y lo mejor es que como el castaño prometió se había quedado a dormir con él.

Sí, Felix era dichoso de mil formas.

Minho dormía a su lado, tenía el rostro intranquilo y el ceño fruncido, eso le preocupaba.

Él sabía que Minho se preocupaba por su otra familia, aún en sus sueños no los podía abandonar. Felix había aceptado eso, había aceptado compartir a Minho con su esposo y la hija que adoptaron, había aceptado que no siempre sería el número uno en el corazón de Minho. Lo había aceptado y aún así a veces le dolía.

Porque sabía que él no era más que el amante y aún así era codicioso.

:(

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

:(.

𝗜𝗡𝗙𝗜𝗘𝗟  ✈︎ 𝙢𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Onde histórias criam vida. Descubra agora