Capítulo 7: No entender

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Por cuarta vez ya, el coche tuvo que detenerse. Las calles estaban abarrotadas de turistas hambrientos, en busca del espejismo de esa mesa libre que no terminaba de aparecer. Cruzando sin mirar y sin respetar los pasos de cebra, se convertían en sudorosos obstáculos a evitar por aquellos valientes que hubieran tenido la gran idea de aventurarse en coche por allí. Esa vez el frenazo fue mucho más sonado. Cassandra indicó a los peatones que continuaran su camino con una sonrisa, ignorando sus quejas carentes de razón. Amira miró por enésima vez por el espejo sobre su cabeza a la chica sentada detrás. Comprobó que, efectivamente, ella seguía sin quitarle el ojo de encima. Cuando volvió a mirar al frente, la situación se había calmado, y continuaron hacia su destino. Tras aparcar, por medicación milagrosa, en una batería cercana al río, se dirigieron al callejón. El paseo continuó en silencio, con Yesira taladrando a la serpiente con la mirada.

Al fin, Cassandra respiró. Habían llegado al callejón. Sin perder detalle, Yesira pudo comprobar lo que había ocurrido la primera vez que vino. Lo que al principio era ese muro destartalado, fue disolviéndose, como al empañar un cristal, hasta formar una imagen irreconocible, más allá de colores dispersos y luces contradictorias. Entonces, desde ella se dispersó una especie de nube blanca anular, que la hizo estremecerse. Yesira quiso parpadear, pero logró aguantar con los ojos abiertos. Hizo bien, pues de haber sucumbido, se habría perdido lo siguiente, que ocurrió de forma casi instantánea. Como la superficie de un estanque recuperando su reflejo tras la caída de una piedra, la fachada del San Borondón se dibujó ante ella. Era tan sólo un bar de calleja, pero sólo por la forma en la que se había manifestado, tuvo que tragarse el suspiro. Amira, por su parte, no parecía demasiado impresionada. Entró la primera, dejando la puerta entreabierta a su paso. Yesira la siguió, apretando los puños.

El rítmico sonido de la bayeta sobre el cristal les dio la bienvenida. Anders limpiaba un vaso tras la barra, con su mirada perdida oculta tras sus gafas de sol. A contratiempo, el rasguido de las páginas del libro de Toni le hacían de acompañamiento. Aparte de eso, nada turbaba el silencio de la tarde de verano instalada entre aquellas paredes. Hasta que un nuevo ruido, esta vez de furiosos pisotones, rompió con la armonía de un elefante en una cacharrería. Ambos levantaron la cabeza, para encontrarse de morros con Yesira, que agarró con violencia la primera silla que encontró y se sentó en ella, respaldo hacia adelante.

—Explicando. —Fue todo lo que dijo, dando pequeños golpes en el suelo con el talón.

—Yo te explico lo que quieras —respondió Cassandra, sin temblor alguno en su voz—. Pero me tienes que prometer que no me interrumpirás, porque si no, no vamos a ningún sitio.

Ella se encogió de hombros.

—De acuerdo. —La mujer tomó asiento frente a ella—. No sé si recordarás en qué punto nos quedamos el otro día.

—No —contestó, impaciente.

—Pues te lo refresco. Si no me equivoco, Toni te estaba contando un poco que hacemos por aquí. ¿Hasta dónde tienes claro?

—Casi nada —reconoció, sin apartar la mirada—. Luchar contra monstruos, proteger a la humanidad, poco más. ¿Por qué sigue viva? —Señaló de pronto a Amira, que se hizo la dolida mientras se aguantaba la risa.

—A eso llegaremos en nada —continuó Cassandra, chasqueando los dedos para recuperar su atención—. No está mal, pero quedan detalles importantes. La Facultad es, ante todo, una fuerza contra todo aquello que amenace la seguridad y la supervivencia de los seres humanos. Por supuesto, todos aquellos que no pertenecen a ella no conocen de su existencia. Es importante que el público no descubra los peligros que lo acecha.

—Ya, lo pillo, ¿y qué más?

—Pues pasaríamos a las amenazas en sí, los críptidos. Caso en cuestión... —indicó con el dedo a Amira que se acercara. Esta obedeció al instante—. Creo que ya os conocéis de sobra, pero esta es Amira, conocida por el folclore de esta región como la Tragantía. ¿Te suena la leyenda?

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⏰ Last updated: Sep 28, 2023 ⏰

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