Adopción obligada (Novela#4 de la saga cigüeñas)

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Luego de dormir a los gemelos temprano y tener sus dos bolsos personales para el avión listos cierro la puerta de su habitación y les preparo la comida necesaria para el viaje, son muy glotones y lo menos que quiero es que pasen un mal viaje por tener hambre.

Estos cinco días desde que dieron de alta a Isaac son pocas las veces que he salido porque he cumplido su tratamiento al pie de la letra, y esta más que bien.

Escucho el timbre a lo lejos justo cuando termino de colocar todo en la mesa y veo la hora en la pared.

-¿Quién viene a mi casa a las diez de la noche?- me digo mientras voy a abrir.

Al abrir la primera oleada de frío me golpea justo en el rostro haciéndome temblar, y la ira crece en mi al ver quién se encuentra detrás de esta.

-¿Qué haces aquí?- alzo una ceja impidiendo que entre.

-Aquí viven mis hijos tengo todo el derecho de venir a verlos y vine a conversar contigo- suelto una risa interna recordando que ya tiene un expediente y una citación a la cual no fue. Esta fue porque lo denuncie para que viera a los niños solo bajo supervisión y así sería, si el hubiera aparecido por allá. Y también para que firmara el permiso para el viaje.

-Estas en lo correcto pero influyen varios factores- lo detallo notando lo delgado que se ve y viste con un mono y suéter negros gigantes.-Uno- levanto un dedo- Para visitarlos debes venir a la luz del día porque por si no lo sabes, sin niños pequeños y duermen temprano- este me mira sin una expresión en su rostro, levanto otro dedo- Dos, tienes cinco días sin verlos, a estas alturas ya eres un desconocido para ellos- alzo otro dedo- Tres, tenías una citación para acordar las visitas a los niños a la cuál no asististe y eso te priva de muchas cosas con respecto a los niños.- alzo otro dedo- Y cuatro, no tengo absolutamente nada que hablar contigo.

Finalizo temblando de frío pero la ira me permite estar caliente para evitar que tenga pensamientos extraños, Yeison abre la boca para decir algo pero la cierra otra vez. Repite esto unas cinco veces y al notar esto intento cerrar la puerta pero me lo impide, la vuelvo a abrir observándolo indiferente.

-Sólo... Quería verlos un momento- niego- He estado muy ocupado con lo del embarazo de brit que es de alto riesgo y...

-Eso a mi me importa una mierda, vete con tus excusas a dónde la gente las tome en cuenta, yo no.- Lo miro con todo el odio que tenía retenido- Ya me cansé de esto, te di muchas oportunidades y todas las lanzaste a la mierda, ya basta.- En sus ojos veo... Tristeza? Quizás, pero ya llegué al límite, y si me voy mañana quiero dejarle todo claro- Los niños no son un juguete y tu mas que nadie debes saberlo. Si no quieres ser su padre o hacerte cargo simplemente no lo hagas! Pero deja de jugar al padre cuando no sabes nada; que quienes salen lastimados aquí son esas dos criaturas que no tienen culpa de tu desorden mental.- Una lágrima baja por su mejilla y en el fondo siento lastima por el, por mi rostro bajan varias de la rabia retenida.-TE DI MUCHAS OPORTUNIDADES POR LOS NIÑOS MAS POR ELLOS QUE POR MI- Alzo la voz explotando por completo- ¿Como me pagas?- otra lágrima baja por su mejilla- DEDICANDOTE A DESTRUIR MAS Y MAS NUESTRAS VIDAS CON CADA ACCIÓN QUE HACES Y AUN ASÍ CONTINUÉ DANDOTE OPORTUNIDADES.¡YA BASTA!- Tomó una pausa para respirar sin apartar la mirada de el, limpio mis lágrimas- Te deseo mucha suerte con esa criatura que viene en camino y espero que para el si seas un buen padre. Olvidate de los niños.- Cierro la puerta de golpe y voy directo a mi habitación ya ustedes saben a qué.

A llorar como una estúpida.

Por permitir que causara en mi el mismo efecto una, y otra, y otra vez. Es justo y necesario este cambio.

-"Pasajeros del vuelo 371 con destino a Miami, Florida por favor abordar"- se escucha a travez del altavoz en el aeropuerto y las lágrimas bajan por mis mejillas. Giro mi rostro a mi familia y el corazón se me comprime, tantas personas que dejare atrás, mi vida y gran hogar.