𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈

XLIX

Annette

No quise decírselo, en verdad, pero por mucho que intenté cerrar los ojos y dejarme caer en la calidez de su cercanía, o la comodidad de esa cama, me fue imposible, la ansiedad invadía mi cuerpo haciendo que me preguntará constantemente; «¿Y si saca su varita como en la Torre de Astronomía?»

Sé que quiere protegerme, que lo hace por mi bien, sin embrago, imaginar cómo era tan simple confirmarme para que al amanecer, casi 7 años de mi vida junto a él se fueran al caño, me daba auténtico terror, tanto que, aprovechando el no estarme observando, apreté los dientes, mi labio inferior empezó a temblar, y las lágrimas se acumularon en mis ojos, desbordando, bajando por las mejillas.

— Anne yo no... —Balbuceó— No quiero que desconfíes de mi por lo que sucedió, si intenté hacerlo fue para c-

— Para cuidarme, lo sé, también se que, una posibilidad, hubiera sido devolverme mis recuerdos en cuanto pasara el peligro, quiero pensar que ese era tu plan, pero... No imagino una vida sin ti en ella —Confesé— ¿A quien recordaría en el tren mi primer día? ¿Quién me habría esperado cuando me petrificaron? ¿Con quien recordaría haber ido al baile en cuarto año? Y con quien bailé en mi coronación ¿Quién sería mi primer beso y mi primera vez? —No pude evitar sollozar— Tu vives en mi, Draco, has sido el único mejor amigo que tuve, mi primer y único amor, no quiero olvidar eso 

—...No sería capaz de arrebatarte todo eso

— Estuviste apunto de hacerlo esa vez —Reclamé— Y lo que más temor me da, es pensar, que si te olvido, quedarás aquí solo, entre todo este desastre 

— A pesar de lo que pude hacerte, seguiste decidida a apoyarme. Eres la chica más valiente que he conocido, y por mucho que te insista, no vas a ceder, se que te dije cuando preocupado estaría si vinieras aquí conmigo pero la verdad... —Se pausó, dándome la vuelta, obligándome a mirarlo, su pulgar acarició mi mejilla, limpiando la humedad residual de las lágrimas, sin perder de vista mis ojos— La verdad es que no podría hacer esto solo, sin ti estoy solo en esta enorme casa, con tantas personas de las que me debo alejar, escuchándoles planear una masacre... Joder... Solo tengo 17

Aparte de todo lo que dijo, eso último me llamó la atención...17...17, ahí caí en cuenta de algo.

— 17... Draco... En unos días es tu cumpleaños 17

No parecía emocionarse por ello, más bien, desvío el rostro hacia un punto fijo en la habitación, haciendo unos cálculos mentales.

— Cierto, mañana es 1 de junio —Devolvió su atención a mi, apretando los labios en una breve sonrisa— Vaya forma de celebrarlo eh?

— Estamos iguales, no es una buena idea cumplir 17 el 13 de agosto —Suspiré, apoyando mi cabeza en su pecho, continuando ambos, acomodados de lado—

— Nunca me disculpé —Giré a verlo— Por lo de la Torre, o bueno, eso creo

— Una disculpa extra nunca sobra —Dije sonriéndole, él hizo lo mismo, acercándome a su cuerpo, dejando un beso sobre mi mejilla derecha—

— Lo siento mucho cariño...

Fue innecesario agregar palabra alguna, con el transcurso de la noche, terminamos cayendo en un profundo sueño, que fue interrumpido horas después por la luz golpeando directamente nuestros rostros, pues la ventana estaba justo arriba de la cabecera de la cama. Con un quejido, me removí entre las sábanas, abriendo los ojos, estuve pensando unos segundos, intentando descubrir si aún recordaba toda mi vida como en verdad había sido, por si acaso, al confirmar que mis memorias seguían en su lugar, enfoqué la mirada delante mío, una silueta a poca distancia, dándome la espalda, también aparentaba continuar dormido, no supe si lo mejor era despertarlo, estuve debatiendo sobre ello durante los primeros minutos, hasta que los nervios me ganaron.