Se busca marido [VHope]

06 [A]

Capítulo 06

La boda se desarrolló con la precisión de una maniobra militar bien planeada. Y no fue mucho más romántica.

Consistió en una ceremonia íntima, en los juzgados del centro de Seúl, y fue tan rápida que Jungkook y Jimin casi se arrepintieron de haber interrumpido su luna de miel en Curaçao para estar presentes.

Además, Taehyung no quiso perder el control con Hoseok; a fin de cuentas, aún recordaba la pasión desenfrenada del beso que se habían dado en el despacho. Y cuando llegó el momento de besar al novio, lo limitó a una caricia tan leve que nadie los habría creído enamorados. Pero curiosamente, nadie pareció sorprendido.

Por la noche, antes de ir al piso de Taehyung, se dirigieron al domicilio de Hoseok y recogieron el resto de sus pertenencias y las escasas posesiones de Yuna. Hoseok había considerado la posibilidad de dejar definitivamente el apartamento, pero había pagado varios meses por adelantado y decidió quedarse con él hasta la finalización del contrato.

Cuando llegaron al piso de Taehyung, descubrieron que Jungkook les había preparado la cena y que la había dejado en el horno para que no se enfriara.

Taehyung se quedó en la entrada de la cocina, mirando el lugar con el corazón en un puño. Jungkook se había molestado en poner la mesa y la había decorado con unas velas. Incluso había puesto una botella de champán en la cubitera.

Hoseok carraspeó y apoyó a Yuna en la cintura.

–Creo que voy a... creo que voy a guardar mis cosas –declaró con nerviosismo. –Sinceramente, no tengo hambre.

Antes de que Taehyung pudiera hablar, él alcanzó una de sus maletas, giró en redondo y se marchó. Tae pensó que tal vez era lo mejor, porque ninguno de los dos estaba preparado para afrontar una cena íntima en ese momento.

Tres horas después, Hoseok seguía sin bajar. Taehyung se sentó a la mesa, abrió su ordenador portátil e intentó comer un poco, pero no pudo. Volvió a cerrar el ordenador y fue en busca de su flamante esposo, a quien encontró en la habitación que habían dispuesto para la niña.

Se detuvo en la entrada, se apoyó en el marco de la puerta y lo miró.

Hoseok, que estaba sentado en la mecedora, se había quitado el traje de novio y se había puesto unos vaqueros y una camiseta con cuello en uve. Yuna se había quedado dormida entre sus brazos. Tenía los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia un lado.


Taehyung carraspeó para avisar de su presencia.


Hoseok alzó la mirada, sorprendido.


–¿Cuánto tiempo llevas ahí?


–Acabo de llegar.


Hoseok miró a la pequeña y dijo:


–Debería dejarla en la cuna, pero tengo miedo de hacerlo. Si se vuelve a despertar...