Mi corazón se acelera el tan sólo tenerlo frente a mí me hacía inmensamente feliz.
—Quisiera que estuvieras conmigo el día de mi cumpleaños—
No tenía idea de que pensaba tan sólo escuché atentamente las palabras que me dijo
«Te deseo feliz cumpleaños pero no me pidas que te acompañe entiende que no quiero volver a tener algún tipo de relación contigo o Kojiro»
Esas palabras me estremecieron y las lágrimas comenzaron a brotar.
—Por favor eres nuestro amigo— "Eres más que un amigo para mí pero no lo puedo decir"
El se acercó a mí lo único que nos separaba era su escritorio.
—Kaoru deja de llorar entiende que yo nos los necesito—
—PERO YO SÍ TE NECESITO—
Esas fueron las palabras que gritó el pelirrosa mientras derramaba lágrimas pero Ainosuke pareció no conmoverse con su llanto y solo le pidió que se retirara ya que tenía una reunión pero Kaoru se abalanzó sobre él y le dijo.
Ambos se habían encontrado en la florería donde trabajaba Shadow el pelirrosa venía de ver a Ainosuke y el musculoso acaba de regresar del invernadero junto a Hiromi.
—Te paso algo tus ojos están hinchados—
—No solo que la tinta que use hoy me causo alergia—
—No puede ser vamos al hospital—
El músculo se había preocupado pero Kaoru le dijo que no era necesario Kojiro se despidió de Shadow y le pidió que cuidara la flor que había traído hasta el cumpleaños de Kaoru.
—Vamonos—
—A dónde— preguntó el pelirrosa
—A comer pues a dónde más—
Mientras caminaban Kaoru se dio cuenta que Kojiro llevaba sus manos atrás.
—Por qué traes tus manos escondidas—
El peliverde se puso color rojo y con una voz un poco tímida dijo.
—Acompañe a Hiromi a un invernadero—
—Y eso que tiene que ver con tus manos—
Kojiro mostró sus manos extendiéndolas hacía Kaoru mostrándole una flor color amarillo.
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—Y qué significa esto— preguntó desconcertado
—Hasta ahora solo te he regalado flores color rosa pero cuando ví está por alguna extraña razón quise dártela—
Kaoru tomó la flor y le agradeció y eso alegró el corazón de la persona que lo amaba.
—No dijiste que me invitabas a comer ya vamos—
—De acuerdo pero dime qué te pasó no me puedes engañar tú lloraste—
—Enserio eres molesto si llore pero ahora no quiero hablar— dijo mientras desviaba su mirada
—Esta bien pero aún así siempre estaré dispuesto a escucharte—
En ese momento Kaoru se puso rojo y apenado le dijo que se callara y que mejor se fueran a comer a lo cual el musculoso aceptó.
