𝘽𝙚 𝙢𝙮 𝙛𝙞𝙧𝙨𝙩 𝙡𝙤𝙫𝙚 «𝘼.𝙂»

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Me levanté, al fin el sueño que mi madre y yo teníamos desde hace años estaba por cumplirse, viviríamos en Los Angeles, California, una hermosa ciudad, llena de gente, trabajo y oportunidades, estaba demasiado emocionada y algo asustada, pues esta ciudad no es ni la cuarta parte de lo que es Los Angeles. Termine de despertar y me di un baño rápido, me puse algo cómodo que había dejado ayer fuera de mi maleta y salí a terminar unos asuntos pendientes. Al llegar desperté a mamá, pues el vuelo era en poco menos de 4 horas,  el tiempo que teníamos era demasiado corto para hacer lo que necesitábamos antes de ir al aeropuerto.

-Ma - susurré mientras la movia lentamente para que no se asustara -

-Cinco minutos más - se dió la vuelta pero decidí seguir insistiendo -

-Ma, debemos apurarnos, tenemos poco tiempo para el vuelo - seguí hablándole para despertarla -

-¿Vuelo?, ¡El vuelo! - se levantó rápidamente de la cama -

-Tranquila, tranquila - dije intentando calmarla, su corazón se quería salir del susto -

-¿Cuánto tiempo tenemos? - preguntó apurada -

-Menos de 4 horas, pero debemos estar en el aeropuerto dos horas antes del vuelo - conteste -

-Bien - mi madre se levantó de la cama e hizo lo mismo que yo, se baño y arregló para irnos -

-¿____? - la oí decir mi nombre en un tono nervioso -

-Sí - conteste -

-¿Dónde dormiremos?, Es decir, no es como que llegas a un lugar y de la nada hay una casa en renta esperándote - se veía demasiado preocupada por eso -

-Tranquila, en la mañana, antes de que despertarás Don Ernesto me llamó y me dió las llaves de su casa allá, dijo que ya no la ocupaba desde hace 3 años, estaba en venta pero aún no salía, así que decidió darme las llaves, se la pagaré - dije al verla confundida - Cada mes, desde que tenga un trabajo, depositaré 1000 dólares a su cuenta, y así hasta que termine de pagarla - sonreí -

-Sin duda Don Ernesto es un pan de Dios - dijo mamá recordando -

Don Ernesto es el dueño del local en dónde trabajaba, para ser más exactos era una zapatería , hace ya más de año y medio llegué ahí, él y su hija vivían en Los Angeles, pero decidieron mudarse a un lugar más tranquilo, pues él ya no toleraba el ruido y estrés que implicaba vivir en una ciudad tan grande como esa, así que compraron una casa aquí, una ciudad no tan ciudad. Me gane su confianza ya que yo llevaba las cuentas de lo que se vendía, pues se me daban muy bien las matemáticas y todo eso, siempre le entregué bien las cuentas de todo lo que se vendía ahí, nunca me gustó ser una persona deshonesta. Le comenté sobre mi sueño de irme a vivir a Los Angeles ya que mi relación con él era como si fuera mi abuelito, pues su hija era de la edad de mi madre, él siempre me trató como su nieta. Por eso decidió darme un aumento y después venderme su casa. Ya tendríamos un lugar seguro en dónde dormir. Me aclaró que debía hacerle algunos arreglos, pues ya tenía tiempo desocupada, es mucho mejor que un departamento o algo así.

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🦋Alizee. G🦋