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Me desperté e hice lo de siempre, está vez me puse un vestido sencillo color lila, pues hoy iría a casa de Aidan, debía verme presentable, cuando estaba empezando a desenredar mi cabello el timbre sonó, nadie venía a mi casa y menos a esta hora.

-¿Quién? - pregunté pasando el cepillo por mi cabello -

-Yo, hermosa - respondieron del otro lado de la puerta -

-¿Aidan? - abrí - ¿Qué haces aquí tan temprano? - pregunté confundida -

-Ayer te dije que vendría por tí - cuando termine de abrir, lo ví con una rosa en manos - ¿No recuerdas? - preguntó -

-Pasa - me hice a un lado para dejarlo entrar - Y no, no lo recuerdo del todo bien, pensé que hablabas de pasar por mi al trabajo más no aquí - reí -

-Espero no te moleste - alzó los hombros -

-No, no, no, para nada, prefiero que me acompañes a ir sola - sonreí -

-Bien, mira - se acercó a mi - Te traje está rosa, no es tan linda como tú pero pensé que te gustaría - la dejó en mis manos -

-Es hermosa, gracias Gallagher - la olí - ¿Quieres algo de desayunar? - fui a la cocina -

-No gracias, desayune antes de venir, ¿Tú ya lo hiciste? - preguntó caminando hacia mi -

-¿Qué?, Ah sí, claro - si supiera que no desayuno me mataría -

-Bien, ¿Ya estás lista para irnos? - me abrazó -

-Ya casi - lo abrace también y deje que su delicioso olor a café mezclado con coco, vainilla y su aroma único se comenzará a impregnar a mi ropa y a mi - Hueles delicioso - sonreí -

-Me agrada que te guste mi aroma - sonrió feliz - Termina de arreglarte para que lleguemos a tiempo - me dió un pequeño empujón hacia las escaleras para que subiera y me terminara de alistar -

-Bien, toma asiento, ahora vuelvo - subí corriendo y terminé de hacer lo que me hacía falta -

-Te ves hermosa - dijo mientras me veía bajar las escaleras -

-Es algo sencillo - comenté viéndome detenidamente -

-Lo que no sabes es que... - tomó mi mano y me dió una vuelta completa - Tú te ves hermosa de todas las maneras posibles - me jaló hacía él y me abrazó -

-Ay Aidan - suspiré abrazándolo -

-Me encanta cuando tus mejillas se ponen rojitas y más cuando pasa gracias a mi - sonrió victorioso -

-No fue por ti - lo contradije sabiendo que era verdad -

-¿Entonces? - alzó una ceja -

-No lo sé, pero no te sientas tan importante - sonreí burlándome de él -

-Lo soy y tú lo sabes a la perfección - tomó mi brazo y me jaló hacia él haciendo que quedaramos a centímetros de nuestros labios, una vez más -

-Se hará tarde - me separé nerviosa y él solo rió por como estaba -

-Un poquito - dijo aguantando la risa - Vámonos mejor - abrió la puerta y me dejó salir primero -

Mientras seguíamos caminando él contaba chistes que me hacían reír de lo malos que eran y en algunas ocasiones hacia comentarios que me ponían a pensar.

-Si la vida te da limones.... Asegúrate de que sean reales - comentó como último antes de llegar -

-Lo tendré en cuenta - sonreí - Gracias por acompañarme - comenté -

𝘽𝙚 𝙢𝙮 𝙛𝙞𝙧𝙨𝙩 𝙡𝙤𝙫𝙚 «𝘼.𝙂» Where stories live. Discover now