Lily y Leah

Extra

*POV Lily*

- ¡Leah no hagas eso! – le regaño tomándola por los brazos e intentando que se levante del piso. Ya sabe caminar y es tan flojita que prefiere gatear.

- ¡No! – chilla y vuelve a lanzarse al piso, pero se golpea muy fuerte y llora. Pobrecita.

- Leah, Amber te dijo que tienes que hacerme caso porque soy la más grande – me agacho para ver mejor si se hizo daño, pero creo que no porque deja de llorar.

Cuando yo me hago pupa si lloro mucho por mucho tiempo, entonces si ella ya se calmó debe ser porque no le dolió de verdad.

- Ber – asiento diciéndole que lo dijo bien. Todavía es chiquita, entonces no puede decir nuestros nombres, pero yo quiero que diga Lily, es más fácil que Amber o que hermanita.

- Sí, Amber está trabajando, ya viene cuando se hace de noche – segurito va a llegar más tarde, siempre lo hace y se disculpa por eso. No me gusta cuando va a trabajar porque siempre llega lastimada, yo sé que es porque hay un monstruo, pero ella me dice que no.

Yo sé que miente, aunque no le digo eso porque la señora que nos cuidaba antes me dijo que mi hermana lo hacia todo por cuidarnos y porque nos quería mucho y por eso lo mejor sería que no peliara con ella.

Ella casi no está en casa por su trabajo, pero cuando sí esta es muy linda y nos trata muy lindo. No tengo mamá, pero creo que ella es como una.

- ¡Ber! – grita Leah y luego vuelve a llorar. No se hizo pupa, pero yo sé porque lo hace.

- Sí, yo también la extraño – me siento y la agarro para abrazarla. Cuando Amber hace eso ya no me siento triste sino feliz de que ella me quiera mucho. Es linda.

- ¿Onde? – se separa de mi y me pega pasito en el pecho. Ella siempre me pega, pero no importa porque Amber me da besitos y me echa cremita para que ya no me duela.

También sé que lo hace porque está pequeña. Es muy tremenda.

- Trabajando, ya te lo dije – da un gritico y vuelve a pegarme, pero esta vez me duele un poquito más - ¡Leah! – la regaño y hace el intento de llorar, pero termina riendo.

No sé por qué, peor le gusta hacerme molestar, es un poquito mala conmigo, pero sé que también es una buena niña, a Amber no le pega y le da besitos, entonces tal vez yo soy graciosa y por eso me pega, para que la haga reír.

***

Me despierto porque recibo un golpe en el brazo, Leah, duerme muy mal y mientras sueña me patea mucho, pero me gusta dormir abrazándola, huele rico, a bebé. Amber dice que huelo igual.

Me siento y me doy cuenta que ella no está dormida con nosotras, entonces voy a la cocina para ver si puedo tomar un poco de agua y me la consigo. Sabía que había llegado, anoche la escuché y me cantó para volver a dormir. Tiene bonita voz.

- Buenos días– me lanzo a abrazarla y ella me levanta en brazos como si fuera chiquita. Ya no lo soy, pero me gusta mucho cuando lo hace, huele lindo y me hace sentir muy lindo. La adoro.

- Buenos días mi bebé – besa mi cachete y me deja en el piso para volver a la cocina, seguro está cocinando el pan porque eso es lo que vi que teníamos ayer.

Voy a cepillarme los dientes como me enseño hace tiempo y cuando vuelvo tiene a Leah llorando en sus brazos, pero solo por un ratito porque Leah vuelve a reír cuando le da muchos besitos en los cachetitos. Es muy mimada y ama cuando Amber lo hace.

- Linda, tenemos que ir a comprar comida, ve a vestirte ¿sí? - ¡Sí! Me encanta cuando vamos a comprar, con un pequeño gritito asiento y salgo corriendo para ponerme muy bonita.