takemichi hanagaki

5.1K 443 114
                                    

ADVERTENCIA: Este One Shot está inspirado en canciones de Mitski. Con eso digo todo.

"Nadie"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Nadie"

El sol besó sus rostros como si estuviera a escazos centímetros. El viento se alzó como si una tormenta potencialmente peligrosa se acercara. El mar se agitó bruscamente chocando contra las rocas, como si estuviera enojado y la única forma de desahogarse fuera causando caos.

Y justamente arriba de ese risco se encontraban ellos, frente a frente, mirándose con tristeza.

La mirada de ella triste, por ver a su viejo amor entregarle una invitación para su boda.

La mirada de él triste, por ver a su viejo amor cambiada, ahora con una personalidad lúgubre. Ya no sonreía como antes lo hacía, ya no lo miraba con ojos centelleantes, simplemente ya no era ella.

El amor que alguna vez existió entre ellos dos fue diluyéndose, pero jamás se exintiguió. Siempre hubo esa pequeña chispa. Siempre.

La fémina bajó su mirada para leer por última vez su invitación y la soltó. Dejó que el aire se la llevara hasta donde nadie pudiera encontrarla, como si quisiera esconderla de ella misma para no recordar la promesa rota que el hombre frente a ella le había hecho.

Pero luego vio como Takemichi se acercó un poco sosteniendo 4 rosas rojas con su mano izquierda. Y ahí todo se fue al carajo.

—Tú me dijiste que te casarías conmigo. —susurró como si tratara de contrarrestar su reclamo. —¿No lo recuerdas?

"Takemichi tomó la mano de su novia, viendo los fuegos artificiales. Esperando a que ella volteara para soltar todo lo tenía por decir.

—Perdón. —la fémina giró su cabeza al oírlo.

—¿Por qué me pides perdón? —sonrió un poco.

—No he pasado mucho tiempo contigo.

—No te preocupes, lo entiendo. —sonrió.

—Es porque tengo que arreglar unos asuntos con Hina. —se rascó la cabeza.

—Es tu mejor amiga, lo entiendo. —repitió recargándose en su hombro.

—Le prometí a Naoto que haría todo lo que pudiera para salvarla.

—Lo sé. —tomó sus manos para que ambos estuvieran frente a frente. —Salva a quien tengas que salvar... ¡Sálvalos a todos Takemichi! —exclamó mirándolo con amor antes de unir sus labios mientras sus dedos seguían entrelazados.

Takemichi se sonrojó por su contacto y se dijo a sí mismo que lo haría. Los salvaría a todos porque era lo que tenía que hacer, pero también porque la chica que amaba se lo había pedido.

—Cuando seamos mayores me casaré contigo. —dijo separándose de sus labios.

—¿Qué? —ella lo miró eternecida. —¿Lo harás?

—Claro que sí.

—¿Lo prometes? —preguntó uniendo sus frentes.

—Lo prometo. "

—Claro que lo recuerdo. —respondió apenado.

—Mentiste. —la mujer comenzó a sacar lágrimas, aún con el rostro pacífico.

—Lo siento. Yo no tuve opción. Tenía que salvar a Hina.

Takemichi recordó que en las demás líneas temporales, ellos terminaron como amigos y nada terrible había sucedido con respecto a la mujer frente suyo. ¿Por qué ahora todo era diferente?

Pensó en la promesa hecha y no cumplida por él. Su corazón se estrujó. Sus ojos azules se cristalizaron, porque aunque deseaba con toda su alma cumplirla, no lo hizo. Justamente por eso todo había sido diferente. Por esa promesa.

—¿Quién me va a salvar a mí, Takemichi? —preguntó. —Nadie. Nadie lo hará. No te atrevas a salvarme. —comenzó a caminar hacia el fin del risco, o de su vida.

—¡Espera! —tomó su mano. Ambos seguían con los pies en las rocas. —Te amo.

La cara de la fémina se llenó de muchas más lágrimas, frunció los labios reflejando la desesperación e impotencia que sentía ante esa frase. —Por favor... no digas que me amas. —lo empujó.

El viento enfureció y los pétalos de las flores volaron con camino al mar.

Justo como ella que caía hacia el vasto cuerpo de agua.

Takemichi no lo dudó ni un segundo y se lanzó. Contrariamente a lo que había hecho antes, él iba salvarla aunque ella no quisiera.

En algún punto de la caída. Takemichi logró tomarla en sus brazos. Y justo antes de que aterrizaran en la marea caótica, la besó.

Un último beso se hizo presente. Un beso honesto que Takemichi recordó para siempre.

Ambos, con sus labios unidos y sus miradas cerradas, se hundieron. Podía ser en agua o en las lágrimas tristes de un amor que no pudo ser.

La fémina deseó que todo hubiera sido diferente, deseó pasar a la muerte sin necesidad de arrastrar a alguien con ella. Pero en el fondo, deseó que ese pelinegro se hubiera quedado a su lado por todos esos años para no tener que acabar así.

Takemichi deseó viajar en el tiempo. Deseó cambiar todo. Habría alguna forma de hacerlo. Definitivamente habría forma en que todos fueran felices, hasta él. Solo una oportunidad. Solo un viaje más en el tiempo.

Pero no lo hizo.

Ambos se fueron de ese mundo con el acto de amor más grande que podían permitirse.

Esa unión en sus labios.

"—Takemichi. —llamó la adolescente sentándose en el columpio a su lado.

—¿Qué sucede? —preguntó jugando con sus dedos.

—Ayer me dijiste que me amabas. —ladeó su cabeza con una pequeña sonrisa al recordar eso.

—Uh, sí lo recuerdo. —un pequeño sonrojo se asomó ante su directo diálogo.

—Y yo te dije que te amaría hasta que mi último respiro. —ambos chocaron miradas. Sus caras estaban acercándose cada vez más.

—Sí, lo recuerdo. —esbozó una pequeña sonrisa.

—Mentí. —él la observó confundido, pero luego su mirada cambió ante esas 8 palabras que resonaron por su cabeza. Algo tan persistente como el amor que le juró tener.

—Yo te amaré incluso después de mi muerte. "

nota de la autora♡:

Broma pesada a mí misma: hago este One Shot pensando que no voy a llorar solo porque yo lo escribí *termina mal*


Sigue Pah.

No olviden votar y seguirme (si quieren)

—Sophie

tokyo revengers ⋆ stuffWhere stories live. Discover now