A la espera - Capitulo 2

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A veces el sentía que quería llorar, pero tenía que ser fuerte

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A veces el sentía que quería llorar, pero tenía que ser fuerte.

A veces no quería levantarse de la cama, pero lo hacía, por el.

A veces actuaba como sí sabía todo, pero en el fondo era solo un niño, con dos corchos en los ojos y un bully en la cabeza.

Esos días no fueron los mejores. Tal vez eran soleados para otros, el verano se sentía cada vez más. De los árboles empezaban a colgar hermosos frutos y las aguas se aclaraban, revelando un color cristalino.

Pero sus días parecían todos iguales. Quería ir con ellos. Quería estar con ellos.

Esa mañana, el primero de Junio, la cálida brisa de verano lo despertó.

Abrió los ojos, y aquella luz que pasaba a través de las cortinas acariciaba suavemente su piel.

Sus pecas llenaron su rostro y con el tiempo su cuerpo también. A Luca le gustaba pensar que era como un pequeño universo lleno de estrellas. A veces hasta le marcaba algunas de sus constelaciones favoritas.

Unos resplandecientes ojos esmeralda se abrieron. Su vista fija en el techo, su respiración calmada y sus labios ligeramente abiertos. El moreno llevó sus manos sobre sus ojos para despertar un poco más sus sentidos.

Sus dedos frotaron sus ojos y luego uno de sus brazos fue llevado sobre su frente, para así seguir contemplando el techo de la habitación.

El primer invierno lo pasó en la habitación de Giulia, para que empiecen los trabajos y conviertan un pequeño espacio de la casa en una habitación más.

No era tan grande, por lo que lo tuvieron bajo remodelaciones al menos por 4 meses.

Luego, le dieron el mobiliario más básico, como una cama, un ropero y algunos cajones extra.

Con el tiempo, le agregaron más cosas y esa habitación le perteneció a Alberto, así el verano que seguía Giulia podría quedarse en la suya.

Al fin sus brazos le dieron fuerza para levantarse. Pisó el suelo de madera con sus pies descalzos y estiró su cuerpo hacia arriba, logrando hacer sonar algunos huesos.

Se dirigió al piso de abajo, más específicamente a la cocina, miró a su alrededor y se dio cuenta que Massimo no estaba en casa.

Era bastante temprano, porque habrá salido?

La respuesta estaba en frente de él. Un pedazo de papel sobre la mesa.

"Alberto, sono andato ad aiutare degli amici con la barca, non so a che ora torno, solo assicurati di mangiare bene. Ti voglio bene -papà"

("Alberto, fui a ayudar a unos amigos con su bote, no se a qué hora regresaré, solo asegúrate de comer bien. Te quiero -papà")

El moreno tuvo que arreglárselas para desayunar. Cuando Massimo no estaba en casa por alguna razón, a Alberto se le quitaban las ganas de comer. Probablemente era flojera, pero igual la sensación de que se le cerraba el estómago era frecuente.

Entre los dos - Luca x Alberto (CANCELADA-leer desc.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora