*El dibujo de la portada NO me pertenece, es de ellohsequel en Instagram.
*Editado por mi
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Se vuelven a ver luego de otro año escolar, el último. Pasarán otro verano juntos, que puede ser diferente esta vez?
La universidad está cerca y una curiosa...
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Los cuatro jóvenes regresaron a Portorosso. Ercole les invitó un helado a todos.
Alberto tomó el de fresa, Luca el de menta, Giulia de chocolate y Ercole de coco.
Disfrutaban su helado sentados en aquella fuente, con Smuca en sus espaldas. El moreno y el peli negro charlaban tranquilamente. Luca se iba incluyendo a la platica y hasta reían juntos. Mientras que la pelirroja solo escuchaba, de vez en cuando reía pero mayormente estaba inmersa en sus pensamientos.
Luego de comer la delicia fría, los dos chicos saludaron a Ercole a Giulia, dirigiéndose corriendo hacia el mar, para nadar en su "escondite"
-Oye... gracias por el helado.- dijo con mirada baja la pelirroja.
-No hay de que- le habló gentilmente.
-Eh... lo siento- se disculpó la chica que ya casi alcanzaba la altura del de pelo lascio.
-Que? Porque?- Ercole levantó la ceja.
-No quiero que hayan más conflictos. Mi hermano se ve muy feliz al tenerte al fin como amigo y no quiero arruinarlo.- Giulia había pensado bastante, lo que le hacía feliz a Alberto le hacía feliz a ella, realmente le importaba.
-Debo admitir, me sorprendió al principio y no sabía como reaccionar, pero me alegra que te hayas dado cuenta de lo...-
-Estúpido que era. Lo sé- Ercole miró para otro lado, más específicamente hacia donde los dos amigos se fueron.
La pelirroja rió, alegrando un poco el ambiente. -Pero si es que puedo preguntar, que fue lo qué pasó?-
Ercole se llevó una mano detrás de la cabeza.
-Pues mi madre quiso que hiciera amigos ya que desde la carrera de ese año pasaba mucho tiempo solo, y a ella no le gustaba, entonces le pidió a Massimo que si me podía llevar con ellos a pescar. Al principio yo realmente no quería, prefería estar solo que ser amigo de un "fenómeno". Finalmente me di cuenta que existen personas diferentes a nosotros y si no dañaban a nadie no había razón por dejarlos de lado.- Ercole hablaba con sinceridad.
-Oh... entiendo.- Giulia asintió.
-Tu hermano es una persona increíble, me perdonó bastante rápido después de todo lo que traté de hacerle.- Parecía que el joven trataba de decirle algo más. Como si lo que hizo que Alberto le parezca increíble era algo más.
-Seh, soy afortunada de ser su hermana.-
La charla se hizo agradable. Habían algunos silencios que llenaban la pequeña ciudad con ambiente de noche, las estrellas brillaban arriba de ellos, pero esos silencios no eran incómodos, eran más que nada para disfrutar del sonido del agua chocar con las paredes de piedra que separaban Portorosso con el océano.
Todo iba normal hasta que ambos chicos escucharon pasos detrás de ellos. Lentos, pero seguros.
El corazón de Giulia se puso alerta y Ercole frunció el ceño, tragando con fuerza.
