VI

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Los fines de semana eran gloria para Suguru.

Dormía hasta tarde, de vez en cuando salía a fiestas, o simplemente no hacía nada.

Lo cual era fantástico porque eso implicaba tampoco hacer tarea, y si la "escuela" no estaba en sus planes eso significaba un día soñado.

Ahora mismo el chico caminaba por las calles repletas de Tokyo, ese día había salido a comprar algunas cosas al centro pero algo llamo su atención en su caminata hasta la estación del metro.

Era un montón de gente con cosplays llamativos de personajes de anime, continúo caminando hasta dar finalmente con la entrada de lo que era una convención de anime, si señor.

Se detuvo para pensar un momento.

Su novia era la persona más Otaku que había conocido, quizás si entraba a husmear podría conseguir algo de su gusto para obsequiarselo.

Y así fue, entro al enorme lugar lleno de gente mientras miraba los puestos y las exhibiciones; le extrañaba que su novia no lo había invitado hasta allá.

Quizás no sabía que habría una convención.

Luego de unos 10 minutos mirando finalmente decidió comprar un figura de un personaje que nombraba mucho, un tal Kurapika, el cual reconoció al instante por los ojos rojos y cadenas.

Un regalo ideal para su Otaku.

Se quedó un rato más mirando los puestos, pero uno en específico terminó por llamar su atención.

Si no hubiera caminado no lo habría encontrado jamás ya que estaba más alejado del centro donde se concentraban las personas.

Una azabache con un vestido de maid le sacó un sonrisa.

Camino hasta el puesto de la chica fingiendo que simplemente no la conocía.

-Buenas tardes ¿Cuál es precio de estos mangas?

-Tienen un precio de... -Al momento de girar se llevó un pequeña sorpresa.- Ay Dios que vergüenza.

Una sonora carcajada salió del contrario.

-¿Que haces aquí? No sabía que vendias doujinshis.

-Y yo no sabía que vendrías... -Respondió ella con malestar.

-No iba a venir, fue solo casualidad, ahh ¿Que tienes? ¿Por qué pones esa cara como si fueras a llorar?

Ella solo mantenía su frente pegada a la mesa negándose a mirar a su novio a los ojos.

-La vergüenza me está matando, no quería que me vieras así; seguramente te doy cringe.

El chico volvió a reír.

-Estoy sorprendido la verdad, y no me das cringe, de hecho te ves muy sexy con ese traje ¿Por qué nunca me lo mostraste?

-Cállate un año y déjame sufrir en paz.

-Tienes esa muy mala costumbre de mandarme callar ¿Debería castigarte?

La cabeza de la más pequeña se levantó para fulminar con la mirada al que se encontraba al otro lado de la mesa.

El chico solo atinó a abrir los brazos cosa que en segundos ya tenía a Usagi dentro de ellos abrazándolo mientras escondía su cara.

-Justo estaba pensando que no me habías avisado para que te acompañara. Pude haberte ayudado si querías.

-Es que a ti no te gusta el anime y ya tienes más que suficiente con que te cuente cada uno de los que veo; puedo ser muy fastidiosa y no se cómo puedas sentirte tu al respecto. Solo preferí no incomodar.

-Tonterias, mi novia vende doujinshis Yaoi de su shipp favorito y yo no lo sabía, eso sí me parece injusto. Y que los demás te hayan dicho cosas feas como que fastidias está mal, tu no me fastidias de hecho me das mucho espacio; puedes meterme un poco más en tu vida sabes que no me molestaré. Estaré feliz de acompañarte en las cosas que te gustan.

Se la había rifado con su novio.

No pudo conseguir uno mejor la verdad, Geto tenía sus defectos como cualquiera, pero cuando se trataba de ella hacia todo lo posible por ser un buen chico.

El rostro de la azabache no podía ocultar su felicidades, tenía una sonrisa de oreja a oreja.

-Queda una hora para cerrar este puesto, podemos salir a pasear si gustas.

Suguru se sentó en la única silla del lugar y atrajo a la chica a sus piernas para abrazarla.

-Está bien, no hay apuros. -Una mano traviesa comenzó a acariciar el muslo de la chica.- De verdad te ves muy linda hoy, y pensar que casi me lo pierdo.

-Calmate, estamos en la calle ten tantito respeto.

El chico lo miro con los ojos entrecerrados y tomo el mentor contrario para comenzar a besarla.

-Disculpe..

Y como un resorte la chica se levantó en seguida a atender al cliente recién llegado.

Ese tonto de cabello largo siempre terminaba absorbiendola a otro mundo.

Estar enamorado es un problema.

Aunque si era con el podría aguantar.

-¿Quieres ir algo luego de terminar acá? -Propuso Usagi.- Saqué buenas ganancias, deja que te invite algo.

-Bien, ví unas hamburguesas en la entrada que lucian bien.

-Perfecto, iremos allá.









...
Se que les prometí un Lemon, pero me han pasado un par de cosas estos días y no logro despertar el lado hot.

Por los momentos les doy este humilde escenario que tenía en mis notas desde hace como 3 meses.

I Like You ☦︎ Suguru GetoWhere stories live. Discover now