34- Primerizos

362 22 1
                                    

Punto de vista Matt.

Y pensar que una vida estaba creciendo dentro de ella, era hermoso... En estos meses su estómago ha crecido un poco, señal de que nuestro bebe está bien. Ya tiene 3 mesecitos. Estoy deseoso de que salga. Y hoy vamos a nuestra primera ecografía. ¡Que nervios!

Cojo el coche, puede que esté a dos manzanas, pero no quiero que haga esfuerzos. Voy conduciendo y cojo una de sus manos, tiembla, está nerviosa.

Esperamos en la sala de estar. Miro a todos lados, está pintado de blanco. Sé que a Sheila no le gusta estar aquí por lo que pasó, pero no hay otra elección.

Una chica peliroja, alta, delgada y vestida de azul cielo, dice desde la puerta de su consulta donde pone "Victoria James":

-Sheila Portobello.

Nos levantamos y caminamos hacia ella, ella nos sonríe y nos invita a pasar.

-Sois primerizos ¿no?

-Si -respondimos al unísono-.

-¿Porque tardásteis tanto en venir a la primera ecografía?

-Porque este tontorrón -dijo señalándome- no me dejó ir a ningún ginecólogo que fuera chico...

-Es comprensible -dijo mirándome y guiñandome un ojo-. ¿Empezamos?

Sheila, indecisa, asintió.

-Tú, tranquila. Primero voy a ver y después la eco.

Yo, me siento y cojo la mano de Sheila. Nos miramos y sonreimos.

-Te quiero por todo lo que estás haciendo -le digo-.

-Yo también, por todo lo que haces por mi y por esta personita-dice señalándose el estómago y sonriendo-.

-Y señoras y señores, ha llegado el momento que ustedes estaban esperando...¡La ecografía! -anuncia Victoria-.

Le pone una crema de color transparente en el estómago y le pasa un objeto de la altura de un boli no mucho mas y de color gris, que esta unido a una máquina por un cable.

De repente, en la pantalla, se ve algo hermoso, algo que hemos creado Sheila y yo... Nuestro bebé.

Sheila suelta una lágrima y repasa esa imagen con sus ojos azules por la imagen. Le paso un brazo por su espalda y coloca su cabeza en mi hombro.

-Tengo que preguntaros una cosa... ¿Sois hermanos?

-Hermanastros -corregimos-.

-¿Sabéis el riesgo de tener un hijo con un pariente tuyo? És muy pequeño pero puede haberlo.

Sheila y yo nos miramos. Con tristeza, Sheila quita su mano de encima de la mía y dice:

-Lo siento, Matt.

- Sheila, entiéndelo. Me da igual, nada me podrá separar de los dos amores de mi vida - digo decidido-. No voy a ser como mi padre porque yo quiero a ese bebé.

Sheila me mira con admiración y la srta James prosigue:

-Bueno ya os he avisado -sonrío- encantada de haberos conocido y hasta el mes que viene.

Le da dos besos a Sheila, a mi me estrecha la mano y le dice Sheila:

-Cuídalo porque lo merece -y nos guiña un ojo-.

Salimos por la puerta y saliendo del local escuchamos como llama a la siguiente. Le paso el brazo por los hombros y así caminamos hasta nuestro coche.

-Te amo.

Sheila me besa y supongo que significa un "Yo también".

***************************
¡¡¡Muchas gracias por vuestro apoyo!!!

Os quiere,
Vuestra fiel pero tardona escritora,
Pili =.=

Un antes y un despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora