Desconocido para ella y para todos los demás, en el momento en que su mente se empeñó en mostrarle cosas que desconocía y que no existían...
La carta que estaba servida de la nada...
A la espera de que llegara el momento adecuado para acabar con el...
Ese fue el nombre que le dieron con el tiempo, él no se lo ganó, ni fue algo que le gustara
él no era un héroe
Tampoco era alguien que fuera justo
él era un asesino
Alguien que por el bien de los demás mataría lo que fuese necesario.
El fin justifica los medios, lo aprendió de la manera más directa posible.
¿Qué obtuvo?
Unas manos tan manchadas que nunca podrían sostener nada, nadie lo recordaría como alguien que hizo el bien, sólo un sujeto que mató a tantos que nunca podría ir a ningún otro sitio que no fuera el infierno.
¿Cuánto tiempo había sido un counter guardián de la "humanidad"?
El abismo que lo tragaba indicaba que pronto acabaría en otro tiempo...
en otra época...
en otro plano...
Con el único objetivo de siempre...
Matar.
Le gustaría reírse a carcajadas si pudiera sentir su cuerpo, pero no era posible, iba a ser convocado, como siempre, para luchar...
para matar
Por lo menos...
sólo por una vez
aunque sea una sola vez
le gustaría....
Volver a vivir una vez más.
...
- ¿Y? -
La voz de uno de los soldados sonó mientras tenía a la mujer en el suelo, lo único que parecía indicar que su vida seguía en el mundo, eran los pequeños gemidos, y sus dedos rozando aquella carta.
Una carta negra como el carbón, o al menos parecía una carta.
Medea podía verlo
el filo muerto de esa espada, la forma en que resplandecía en la nada, cómo se mantenía en la nada
