9. Familia

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─¿Llevas dinero contigo, Deuce? ─le preguntó Yuu y él asintió─. Yo también tengo un poco, ¿te parece bien si pagamos a medias?

─Sí, me parece buena idea.

La tienda escolar era un pequeño edificio que se encontraba cerca del dormitorio Ramschackle.

─¡Disculpen! ─saludó Deuce al entrar y se sorprendió al ver el curioso interior─. ¡Guau! Este sitio es increíble... Calaveras de cristal, textos mágicos y grimorios... ¿Qué animal es este? ─preguntó al ver un extraño animal disecado.

─¿De verdad podemos comprar crema batida aquí? ─preguntó Grim de la misma forma tras subirse a los hombros de Yuu para inspeccionar mejor el lugar.

Ciertamente, aquel sitio parecía más una tienda de hechicería y antigüedades que una tienda escolar.

En el momento en que Yuu se estaba acercando a lo que parecía ser la caja, alguien que estaba agachado ahí se levantó y apareció repentinamente, sorprendiendo a los tres en el acto.

─¡Hey! ¡Pequeños demonios perdidos! ─los saludó─. ¿Todo bien?

Se trataba de un hombre joven vestido con una camiseta morada, una chaqueta de un color más oscuro y un sombrero de copa parcheado adornado con una calavera. Al igual que con el señor Crewel y el profesor Vargas, a Yuu se le hizo familiar a pesar de no haberlo visto nunca.

─¡Uah! ¡Me has asustado! ─exclamó Grim.

─Bienvenidos a la Misteriosa Tienda del Sr. S. Mi nombre es Sam, ¿qué es lo que deseáis hoy? ¿Un hechizo de lugares remotos? ¿La momia de un antiguo rey? ¿O quizás unas cartas del tarot malditas?

Deuce y Yuu intercambiaron una mirada de desconcierto.

─Esto... Nos gustaría comprar las cosas escritas en esta nota ─dijo Deuce mientras le tendía el papel que Trey le había dado.

─¡Y también atún enlatado! ─dijo Grim tras colocarse en el mostrador de un salto.

─¡No! ¡No necesitamos atún! ─exclamó Deuce.

─A ver, a ver... Crema batida, huevos... ─leyó Sam─. ¡Vaya! Una dulce elección. ¡Ok! ¡Ahora mismo traigo todo!

─Vaya, de verdad los tiene ─dijo Deuce sorprendido.

Pasaron pocos minutos cuando Sam regresó con todo lo pedido dentro de cuatro bolsas de plástico.

─Aquí tenéis, gracias por la espera ─les dijo y Yuu revisó el interior─. Todo esto pesa un poco, ¿podréis llevarlo sin problema? Si la compráis ahora, os puedo ofrecer una bolsa especial con la que podéis llevar a todo eso con un descuento del 30%.

Los dos jóvenes ya estaban dividiendo el dinero a pagar.

─¿De verdad? ¡Suena interesante! ─exclamó Grim.

─¡No hace falta! ─dijo Deuce antes de agarrar a Grim─. ¡Vámonos, Grim!

─¡¿Fgna?! ¡Quiero quedarme más tiempo aquí! ─se quejó mientras era colocado en el suelo.

─Gracias por todo ─dijo Yuu amablemente mientras él recogía dos bolsas y Deuce las otras dos─. ¡Hasta la próxima!

─¡Ok, ok! ¡Espero que volváis pronto, pequeños demonios! ¡Nos vemos! ─se despidió Sam.

Los tres regresaron a la calle principal con las bolsas de la compra. Al ser por la tarde, apenas había gente allí.

─Esa tienda era curiosa ─comentó Deuce.

─Deuce, eres un avaricioso ─se quejó Grim, aún cabizbajo por no haber comprado la bolsa en oferta.

─¿¡A quién estás llamando avaricioso!?

Twisted Wonderland | La Marca De MickeyWhere stories live. Discover now