Capítulo 3

5.9K 496 19
                                    

-No puedo ir a esa cosa.- Dije de inmedito.

-Es obligatorio.

-No puedo ir, tengo que... ir donde mis padres.- Me excusé.

-Los tres sabemos que eso no es cierto.

Palidecí ante la idea de estar ahí, frente a mi mayor y más reciente miedo. Me daba coraje pensar así, no sabía cuántas veces iban que había asegurado superar mi miedo y seguir adelante... pero bastaba que le mencionaran y quedaba atemorizada.

-Él va en tercero, y probablemente en esta misma carrera.- Supieron a quién me refería.

-No creo que sea justo en esta carrera.- Apuntó Carol.

Pero la vida ya me había demostrado cuán chico era este mundo y que las coincidencias ocurren todo el tiempo, a cada segundo.

-Si no vas, irán a buscarte. Y si está él, también estaré yo. Y Alonso. ¿Crees que podrá hacerte algo?- Me animó mi amiga.

Físicamente, no. Pero en la cabeza... ¡Dios, si sólo el verlo me aterraba! Aunque lo camuflaba muy bien.

Rendida ante la idea de tener que ir a esa ridícula reunión, me fui a la biblioteca. Busqué un buen libro y me senté relajada a leer.

O bueno, eso era lo que yo quería que creyeran todos al pasar por aquí. Mi mente voló muy lejos de este lugar, de la historia que el libro entre mis manos me ofrecía. Volví a divagar en esa noche.

Sí, parecía disco rayado, todo el tiempo pensando en eso, pero ¿Qué persona con sus cinco sentidos buenos, no pensaría en ello? Digo, claro que estoy poniendo todo de mi parte para olvidar, pero el saber que uno de los hombres que provocan mis pesadillas está en mi misma universidad, no ayuda mucho.

De pronto, un cosquilleo en mi nuca, hizo que me volviera a sentir observada, como hace un rato. Volví mi atención al libro.

Nicol, ya basta con la paraoia.

Tenía, por mi salud mental, que dejar de imaginar cosas que no son y sentir cosas imposibles de sentir. Ya fue. Admito que fue bastante... perturbador, pero ya pasó. No podía hacer otra cosa que superarlo. No obstante, sabía que si me volvía a encontrar con ese chico, todos mis pensamientos recientes serían lanzados muy lejos de donde mi uso de razón podría llegar, y el miedo, instintivamente me invadiría.

Esto apestaba.

Levanté la vista del libro, encontrándome con alguien que en verdad, en este momento, no quería ver.

-Alonso.

-Tan concentrada que estabas.- Me sonrió. Pero lo que en verdad me incomodó, no fue del todo su presencia, ni su mirada llena de asfixiante ternura, sino, su acompañante.

Y como dije antes, el miedo instintivamente me invadió.

¡Pero que boba! Ambos iban en tercer año. ¿No era lógico que se conocieran?

-Sí... U... un buen libro, sin duda.- Hice alusión al tomo que tenía entre mis manos y agaché la cabeza.

-Lo siento, no los he presentado.- ¡No lo hagas!- Matías Asturiano, es mi compañero de carrera. Matías, ella es Nicol Benavides, va conmigo al taller de música.

-Un gusto volver a verte.- ¡¿Será cabrón?!

Escuchar su voz sólo logró que mi cuerpo tuviera un escalofrío que supe disimular con éxito, al menos con Alonso.

-¿Se... se conocen?

-Eh... lo he visto una que otra vez. Pero siempre hay encuentros que se nos hacen gratos olvidar.- Su sonrisa de medio lado era perfe... ¡Me enfureció!

Ladrón de corazonesWhere stories live. Discover now