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Lia, junto a la de mechas naranjas, se encontraban en el supermercado comprando alimentos para tener en su departamento. Por una parte, Yeji agarraba paquetes de gomitas, mientras que la menor intentaba alcanzar las galletitas de chocolate con sus pequeñas manitas. El problema era que las galletitas estaban demasiado altas, y aunque se paraba de puntillas, no podía.
Al no alcanzar el dulce alimento, tiró la manga de la chaqueta de su novia, mientras que con la otra, apuntaba al paquete, logrando que ella entendiera.
—¿Quieres ayuda, cielito? —preguntó mirando a su contraria. Rápidamente, Lia hace un puchero negando con la cabeza.
—¡No unnie! ¡Estoy grandecita para ayuda! P-puedo solita~ —hablo haciendo la misma acción que antes, intentar alcanzar las galletas, pero está vez con ambas manos.
¡Pero claro! ¡¿Cómo iba a llegar si medía 1,54 cm?!
Sintió unos brazos rodeaban su pequeña cintura mientras alzaba su cuerpo, haciendo que agarré el paquete de galletitas de chocolate con un puchero.
—¿No que ya eres grandecita? —se burló su novia bajandola con cuidado, para que no cayera y se haga daño.
—¡YeYe, yo podía las alcanzar, soy grande! S-sólo es q-que me encogí... —habló con las mejillas rojas.
Su unnie le dio un piquito en los labios.
—Mi grandecita pero pequeña cielito.
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