Capítulo 12

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Harry despertó con dolor de cabeza y sentía como su cara seguía hinchada por el llanto de la noche pasada. Cuando tomo su celular para ver qué hora era, se encontró con varios mensajes de Louis y uno de Ethan. Abrió primero el de su amigo quien aún estaba preocupado por lo de anoche. Le debía una explicación, pero este no era el momento.

Cuando abrió el de Louis y se fijó que los mensajes eran una mezcla de disculpas y llámame, decidió que no podía seguir con esto y lo bloqueo, y esperó que fuera suficiente mensaje para él. También bloqueo su número de teléfono, no quería recibir ninguna llamada inoportuna, no quería saber de él. Quiera soltarlo de verdad y asumir que su historia con él había acabado y que lo de anoche había sido el final, el cierre que nunca habían tenido.

Después de haber llorado durante toda la madrugada y haberse despertado después de las 2PM, tomo la consciente decisión de que esa sería la última vez que se permitiría llorar por Louis de nuevo. No más llantos a las 3 de la mañana, no más borracheras para dejar de pensar en él y no más sexo casual para quitarse el recuerdo de su cuerpo tocándolo. Era suficiente de toda esa rutina desastrosa que llevaba desde hacía más de 5 años, y que lo había carcomido por dentro tan lentamente que no se había dado cuenta.

Se levanto decidido y tomo una ducha larga, se mimo a si mismo con shampoo del caro, aceites para el cabello y cremas corporales. Salió con una toalla envuelta en la cabeza y otra en su torso, y fue a prender una vela aromática. Se dedico toda la tarde a escuchar música mientras limpiaba la casa y trataba con todas sus fuerzas él no recordar la sensación de los labios de Louis sobre su cuerpo.

Cuando horas más tarde, Gemma encontró la casa completamente limpia y a Harry acurrucado bajo una manta sobre el sofá viendo una película de un perro con un pote de helado a medio comer sobre la mesita de centro, se limitó a sentarse a su lado y terminar el helado que Harry había dejado. A veces era mejor no preguntar.

Después de ese día Harry dejo de ir a ciertos lugares, empeñado en evitar a Louis a toda costa. No volvió a ir a aquel bar en el que se lo había topado una vez, solo por si acaso. Se quedaba en la universidad solamente durante las horas que le correspondía estar, evitando los espacios comunes como comedores, bibliotecas o espacios abiertos. No volvió a pisar el departamento de artes, incluso aunque eso implicara tener que tomar el camino largo para llegar a su propio departamento.

No iba a ser fácil olvidarse de él, pero tenía toda la intención de hacerlo.

...

Habían pasado casi dos meses desde aquella noche y Harry no sabía absolutamente nada sobre Louis. Ethan se había encargado de evitar que sus amigos lo llevaran a fiestas en donde sabía que Harry estaría y él mismo se había acostumbrado a su rutina de evasión que cada día se hacía más sencilla.

Recordó aquella primera semana de evasión en la que se había olvidado por completo de tomar el camino largo porque iba tarde a su ayudantía, y camino por donde sus pies estaban acostumbrados a pasar. Esa mañana fue la última vez en que vio a Louis. El castaño lo vio pasar por el costado de la cafetería caminando rápido y había corrido tras el gritando su nombre. Harry no se detuvo y le subió el volumen a la música. Su voz desesperada se desvaneció, y no volvió a escucharla, porque no volvió a cometer un error en su rutina.

Por eso fue que no esperaba encontrárselo de pie ante la puerta de su casa esperando a que le abrieran.

Era sábado por la mañana y como parte de la nueva rutina de Harry, este se estaba alistando para salir a correr unos kilómetros por la playa y volver a casa. Estaba casi listo, buscando sus llaves, cuando sintió el timbre de la puerta. Miro el reloj que estaba colgado sobre la pared; 8:30AM, nadie que conociera iba a estar despierto a esa hora un sábado. Gemma estaba durmiendo en su pieza y estaba bastante seguro de que si había olvidado algún manuscrito en la oficina su compañero lo llamaría para que fuera a buscarlo y no iría a dejárselo a su casa sin aviso y tan temprano.

Aunque no estés, aún te sientoWhere stories live. Discover now