━ Entrada tres: Kageyama T.

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❝ You're look like an angel
Walk like a angel
Talk like a angel
But I got wise
You're the devil in disguise
━ (You're The) Devil In Disguise (Elvis Presley)

❝ You're look like an angelWalk like a angelTalk like a angelBut I got wiseYou're the devil in disguise ❞━ (You're The) Devil In Disguise (Elvis Presley)

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Para Tobio, existían dos listas. Una era de las cosas más complejas que había vivido y las que todavía consideraba difíciles, la segunda eran esas que sí sabía manejar. La segunda por temporadas resultaba más larga que la primera y luego la primera tomaba ese lugar y así. No se mataba la cabeza por situaciones que fueran más allá del voleybol. El resto era la naturalidad actuando como es tal cual a la vista del mundo. Ni siquiera es espeso, como muchos dicen que es, pero retorna un mal pensar ante un montón de personas que piensan que no sabe manejar situaciones normales.

A ver, quizás sí le era difícil tratar con los animales. Su hermana decía que era porque tenía que tener una mejor cara ante los mismos y en serio que trataba, pero los gatos le huyen y los perros le tienen miedo. Listo. Otros más en la lista.

¿Otra cosa? Sí. Una más seria que la anterior. Un estado de consuelo considerado errático a esas alturas de su vida, en que ya comenzaba a crisparle los cabellos y alteraba su animosidad para comer. No debía permitirse ser tocado de esa forma dentro de su núcleo, la comida es sagrada y ya no es necesario más explicaciones.

Se hizo el esfuerzo sobrehumano en arreglar el desplante en su estómago. Nadie le podía quitar el hambre, menos una chica.

Sí, pequeña. Rondaba los 1,66 centímetros. Un cabello alborotado que era más arbusto que pelo en un corte muy al raz del cuello. ¿Qué otra cosa? No tenía tanto más que comentar, salvo que cuando sonreía, un centinela prendía fuego alarmado declarando una guerra innecesaria en su sistema y el triple de sensaciones especiales como cuando logra hacer la mejor colocación o estar en ese ranking de mejores saques del año. ¿Ahora comprenden el peligro de la situación? Nunca había tenido que lidiar con semejantes catástrofes emocionales.

Hechos que se habían salido de control por mucho que desee negarlo. Pero ahí iba, existiendo no más y formateando el sistema adjunto de su organismo, interior y exterior.

Debía darle crédito a la susodicha por desmantelar diferentes facetas misteriosas. Si tuviera que inflingir un ataque en su contra, se quedaría sin municiones porque nada podría hacerle a la caminata ajena semejante a los delirios históricos de fantasía, comparados a los cuentos míticos de angeles alados capaces de ejecutar una nación entera. Miles de personitas dentro de su cabeza corrían en pánico cuando la fémina hablaba con cautela, sin malicia según algunos pero para él era un arma directa que lo deja inmune a los climas gélidos hasta temblar de frío ¿O será emoción? Ni hablar. Tenía que seguir adelante.

La situación distaba de ser fácil en aguantar. Mucho menos si llevaba conociendo a la muchacha desde hacía años. Llegados a esa altura de conocimiento, Kageyama Tobio tendría que ser un adulto promedio hecho y derecho que no discute cosas innecesarias. Pero ella no colabora, arrastrándolo en sus actos de malicia.

Con aquella picardía resuelta en sacudirlo como vientos huracanados e intransigentes.

Con el factor de los años, el cielo le brindó la ayuda necesaria para recobrar cierto tipo de sabiduría y comprender que, era un demonio dentro del disfraz angelical de linda sonrisa. Obvio no quedó sometido a sus actos maquiavélicos desde el primer instante que se conocieron, pero el flechazo se iba adentrando sin piedad a los meses y semestres de preparatoria.

Teniendo un historial de novios sin seriedad. Burlándose de las víctimas inocentes que cayeron en sus garras, ó ante los ojos de Kageyama cuando cumplió los 19 años así le pareció.

¿Cómo hacerle frente a éso? Menos mal no se tropezó por completo en las trampas femeninas. Según Hinata, es porque ni sabía ni tenía en cuenta con la verdad absoluta que estaba realmente enamorado de ella. Simplemente llegó un momento dado después de su graduación, cuando su sonrisa incrédula de cualquier cuento chino se distinguió entre un día de lluvia y supo en ese momento que su enamoramiento era algo muy serio.

Sus ojos oscuros, la maldad tras de ellos. La epifanía radiante de que ya no había retroceso en la víspera del amorío empalagoso del que su hermana Miwa más de una vez le advirtió.

Y ahí estaba él, dos años después, perdiendo el  hambre.

¿Será que la respuesta ante todo no era escapar sino dejarse vencer? ¡Para nada! No se rendiría. Recuperar la fuerza contra sus propias emociones es lo que le ayudaría a erradicar todas esas marañas del sentimentalismo que muy tarde descubrió.

Según Hinata, Kageyama no tenía remedio. A Yamaguchi le parecía adorable la obra de amor y para Tsukishima todo era digno de una comedia porque el rubio agobiante sí sabe leer mejor entre líneas que cualquier otro. Y es que Kageyama estaba ridículamente enamorado pero no tenía la fuerza mental para llevar una relación.

Quizás era verdad. Además de que se hablaban  con ella muy a menudo y terminaba encomiando al pelinegro con ternura. ¿Es que no lo entienden? Estaba en peligro. ¿Acaso ellos no veían las cosas como él las veía? Habían salido por dos años pero en ningún mísero escombro de tiempo libre podía fijarse en que esa relación estaba yendo por buen ritmo.

¿Será que comenzaron con el pie izquierdo? ¿Será que el del pie izquierdo fue él? ¡Tonterías! Lucía como un ángel, hablaba como un ángel, caminaba como uno. ¿Era verdaderamente un demonio real? Ella no le odiaba, a pesar de que Kageyama había terminado la relación bruscamente sin señal de un mal augurio futuro en el antagónico de su amistad.

Los cielos deberían darle otra vez una ayudita en que recapacitara y aceptara el amor por dentro.

Y sí hubo señal. Una inquietante señal esplendorosa dispuesta a darle un escalofrío. Cuando escuchó que ella salía con otro tipo. ¡No! Otra vez una víctima cayendo en las redes tejidas del desagüe. Se suponía que debía de ser él.

¡Ésa era la señal! Dispuesto a llamarla antes de que fuera demasiado tarde.

¿Tobio-kun?

—¿Quieres que nos veamos, Eru?

La enfermera se postra en el mostrador de su apartamento recién llegada del trabajo en madrugada y sonríe, acto que el pelinegro pudo sentir desde el otro lado de la línea. ¿Acaso era la sonrisa maliciosa de la que tanto estuvo huyendo por temporadas atrás?

¿Me extrañas?

—No, ¡no exactamente!

Pues yo sí, que no te de vergüenza admitirlo.

Entre otras quejas consecutivas y una risilla tocada con su propio soundtrack y solo de guitarra incluído, ya Kageyama estaba cayendo de nuevo en la absorbente complicidad que Eru desarrolló para él.

Demonios. La risa, el habla angelical, la parsimonía de cada palabra, la invitación, el fuego imposible de apagar en la atmósfera ¿Había caído de nuevo? Solo el cielo lo sabía.

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Digamos que como todo fue tan confuso para él, su primera relación no funcionó.
Pero después aceptó que solo fue su problema aunque la canción le brinda el efecto comedia ♡

YoNoTePidoLaLuna.Mp3Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang