Según vi en el traductor de Google, "smoke" se puede traducir como verbo (fumar) o como sustantivo (humo). No sé cuál era la intención de Bored, pero yo me fui por el sustantivo, como podrás ver.
AU sin quirks. Los pibes son mayores de edad. Incluye ooc y pequeñas insinuaciones sensuales 😏 pero nada explícito.
Para no sacarte de onda en la lectura: el hueso occipital es el hueso de la parte de atrás de la cabeza.
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Hanta Sero siempre tuvo muy claro que quería ser policía. De pequeño jugaba a policías y ladrones y se tomaba muy en serio su papel de guardia. Cuando pudo lograr su sueño se sintió muy orgulloso de sí mismo. Al dedicarse a eso que tanto le gustaba pudo darse cuenta de que el mundo no era tan ideal como creía cuando era niño. Muchas personas de su entorno laboral abusaban del poder que tenían y tranzaban con delincuentes y mafiosos. Él sabía bien que no podía luchar contra eso, pero sí podía mantenerse al margen. No era una actitud honorable, pero era la forma de vivir que encontró.
Sero sentía excitante el atrapar a los delincuentes, sentía que sus instintos animales (si los tuviera) se despertaban, para él una persecución era equivalente a una cacería. Y en este momento su presa más deseada era Red Riot. Nadie sabía cuál era su verdadera identidad, pero eso solo lograba estimular más a Hanta. A ese tonto de pelo rojo le encantaba llamar la atención de los medios, se creía una estrella. Él mismo se hacía llamar Red Riot. De solo pensar en él se sentía exasperado. Siempre atacaba lugares grandes y concurridos, no lastimaba a nadie, solo se llevaba dinero y otros bienes materiales. Luego del atraco desaparecía detrás de un humo rojo y espeso. Ese maldito humo rojo.
La prensa comenzó a llamarlo Red Smoke, pero él mismo mandó un comunicado diciendo que su nombre era Red Riot. Y, por si fuera poco, a pesar de todas las canalladas que hacía, tenía un séquito de fanáticos, en su mayoría mujeres, que alegaban que alguien tan hermoso no podía ser tan malo. Ridiculeces. Claramente sus fans se dejaban llevar por su cuerpo bien trabajado, se notaba que el hombre entrenaba seguido. No había que ser observador para darse cuenta de eso, pues el tonto siempre realizaba sus fechorías con el torso desnudo.
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