CAPÍTULO | 7

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—Entonces, ¿te enamoraste de un tipo que es más grande que tú? —cuestionó con curiosidad

—Tampoco son tantos años, son solo cinco; el tiene veinticinco y yo veinte —se excusó el castaño

—¿Y cómo se llama?, solo me has dicho que te enamoraste de tu compañero de trabajo pero ni su nombre me has mencionado —soltó una risita fugaz al escuchar la ilusionada voz de Mark

—Se llama Seo Johnny y viene de Chicago —hubo cierto silencio, pero Lee estaba muriendo — es que ¡su sonrisa es tan linda!, es alto, sus cabellos castaños que parecen ser muy suavecitos, ¡sobre todo su actitud!, ¡Dios, es tan amable!, es... es un principe sacado de un cuento de hadas —Ese era un Mark Lee muy enamorado, uno que jamás había escuchado o visto Huang.

—Es raro escucharte de esta forma, no me imaginaba que los chicos fuesen a gustarte, hyung, pero sin duda es lindo escuchar lo feliz que estás —esbozó una sonrisa, que a pesar de no poderla ver, Lee sabía que su felicidad por él era sincera y eso le hacía remover con ventura su emocionado, enamorado y endulzado corazoncito.

—Muchas gracias, Renren. Pero mucho hablar de mí, ¿qué tal te ha ido en estas cuatro semanas?, Kun hyung me dijo que ya ingresaste al instituto, ¿qué tal tus compañeros?, ¿los profesores son buenos?, ¿qué tal el tema de... ya sabes, ese miedo... —¿cómo debía decirlo?, no le agradaba la idea de incomodar a Ren con el tema de su fobia, siempre trataba de ser sutil respecto al tema.

—Oh, es verdad, por un momento se disipó de mi mente el colegio y... todo sobre este... incluyendo a ese chico —pensó esto último soltando un suspiro largo mientras se removía en la cama —ha estado yendo bien, supongo, la vida escolar fuera del orfanato, a mi parecer, es más dura, pero no me puedo quejar mucho, Kun ya ha gastado bastante en ello, en las consultas con el psicólogo, ropa nueva y este celular por el cual ahora estamos hablando. No es justo y lo único que puedo hacer es esforzarme mucho. Por otra parte, mis compañeros son... no estoy seguro, no me he tomado el tiempo de observarlos, solo uno de ellos se acercó a mí, se llama Kim YuGyeom, es un chico bastante alto, o probablemente yo sea muy pequeño —bromeó soltando una suave y corta risita — no lo sé, pero es agradable. Y, sobre ESO —remarcó —Ha estado siendo lo mismo de siempre: me meto en mi burbuja para no prestarle atención a lo de mi alrededor, al menos ese chico, Kim, me salva un poco de no sentirme ansioso, solo por un rato si te soy sincero, tiene a sus amigos y entiendo que quiera estar todos los recesos con ellos, cuando eso pasa me voy con algún profesor tomando la excusa de que me gustaría hablar sobre algún tema de la clase, por cierto, eso me ha ayudado a comprender más —sabía bien que algo le faltaba, en cambio, no hablaría de ese tema, al menos no en ese momento, le avergonzaba, sentía su rostro arder y se cuestionaba cuándo había sido la última vez que se había sentido así por alguien. Quizá nunca lo había sentido, convirtiéndose en un completo novato. Tampoco se iba a acabar el mundo por eso, ¿no?

—Es bueno saberlo, Renren, sé que puede ser difícil aún, pero toma tu tiempo, no te apresures y tómalo con calma, si decides pasar tus recesos junto a los profesores está bien, es importante que te sientas cómodo, y si para ellos no es problema ¿qué mejor que eso?, tampoco te estreses de más con las tareas que tengas, recuerda cuidarte bien haciendo tus comidas, abrigándote bien cada que el frío se presente y tomando el agua necesaria diariamente —en definitiva parecía su hermano mayor, y eso le gustaba mucho, no solo a Ren, también a Lee.

—Gracias, Mark hyung, aprecio demasiado tu preocupación, por favor cuídate mucho también el tiempo en el que estemos lejos el uno del otro. Te deseo suerte en tu empleo y con Johnny —rió con algo de burla imaginando el rostro del mayor enrojecer tanto como un jitomate —espero exista alguna posibilidad entre ustedes, y si la hay quiero ser la primera persona en saberlo. Descansa, ten una linda noche~

Eremophobia | NoRen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora