Capítulo 7

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Después de dar vueltas por lo que me pareció una eternidad, por fin encontramos un espacio vacío para dejar estacionada la moto de Jeno. Miré con atención el lugar e incluso anoté el número en mi teléfono, porque Mark simplemente parecía el tipo de persona que olvidaba donde se había estacionado.

Mientras subíamos en el ascensor, Mark no dejaba de leer las entradas una y otra vez.

—¿Hay algún problema? —pregunté preocupada.

—No, no —Mark levantó la mirada. Estaba sonriendo abiertamente— Es solo que la función empieza hasta dentro de dos horas.

—¿Por qué hemos venido tan temprano?

—Me acabo de dar cuenta.

Entrecerré los ojos. Su mirada parecía inocente, pero ¿qué era esta sensación de que me estaba mintiendo?

—¿Qué vamos a hacer entonces? —pregunté cuando las puertas del ascensor se abrieron.

El centro comercial gigantesco se extendió frente a mí y por un momento solo pude parpadear sorprendida. Me sentía un poco avergonzada de admitirlo, pero era la primera vez que estaba en un lugar así. Nunca me había permitido la entrada. ¿Para qué? Si de todos modos no tenía dinero para gastar.

—Podemos ir de compras —sugirió Mark— O ir al a la sala de juegos. Es divertido.

Lo pensé un momento. Ir de compras era un no rotundo. No podíamos quedarnos sentados haciendo nada por dos horas y regresar a la universidad estaba fuera de la cuestión también. Supuse que lo mejor era ir a jugar. Podía simplemente verlo y darle ánimos.

—Bien —acepté— Podemos ir a la sala de juegos.

Mark parecía complacido.

Me guio con la experiencia de alguien que había estado en aquel lugar muchas veces y en pocos minutos, estábamos frente a una sección oscura con montones de luces de colores, llena de máquinas de todos los tamaños.

—¿Dónde quieres ir primero? —preguntó.

No tenía ni la menor idea.

—¿Cuál es tu juego favorito? —dije, lanzando la atención de vuelta a él.

—Probablemente ese —señaló dos pantallas enormes, con dos motocicletas al frente. Parecía un juego de carreras.

Asentí y empecé a caminar hacia allí. Él me siguió al instante, tomó una de las motos y señaló la otra con la cabeza.

—Es una competencia —explicó— No puedo jugar solo.

Claro.

Dudé un segundo, pero no iba a ser yo quien le arruinara el juego. Así que obedecí sus órdenes y lo escuché atentamente mientras explicaba cómo funcionaban los controles.

La pantalla frente a mi inició la cuenta regresiva y en un repentino subidón de adrenalina, arranqué a toda velocidad. Para mi sorpresa y la de Mark, acabé en primer lugar.

—¡Eres genial! ¿Has jugado antes? —preguntó boquiabierto.

Negué con la cabeza.

—Revancha.

La carrera comenzó de nuevo. Y con ella, mi ola de inesperadas victorias.

—Ya casi es hora —dijo Mark mirando su reloj.

Ambos estábamos un poco sudorosos y agitados. Me había obligado a probar casi todos los juegos y en todos le había ganado. Aunque no estaba del todo segura si habían sido victorias legales, pues Mark parecía demasiado feliz y satisfecho para alguien que había perdido tantas veces.

Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant