Capítulo 10

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Estuve a punto de tropezar en mi carrera fuera del salón. Como no era inusual, moría de hambre, y el profesor había decidido extenderse 15 minutos hablando estupideces. Mi visión estaba empezando a tornarse borrosa cuando por fin decidió dejarnos ir.

—¡Byeol! ¡Espera!

Rodé los ojos. Lo que faltaba. ¿Ahora qué?

Me detuve por apenas un instante, tratando de encontrar el dueño de la voz.

—¡Byeol!

Era ese chico de nuevo. El del cuaderno ¿Por qué seguía olvidando su nombre? ¿Majoon? ¿Joonhyung? ¡Hajoon!

Últimamente había tomado la costumbre de sentarse junto a mí en clase y seguirme hasta el comedor a la hora del almuerzo. Parecía simpático, pero seguía habiendo algo en él que me inquietaba.

—Parece que tienes hambre hoy —dijo al detenerse junto a mí.

—Mucha —solté con brusquedad, empezando a caminar de nuevo. No estaba de muy buen humor, por lo que no me preocupé por mi tono.

Hajoon no pareció notarlo y trotó alegremente a mi lado.

—Yo también. Pensé que el profesor nunca dejaría de hablar.

¿Qué pasaba con este chico? Honestamente, no es que yo fuera una experta en relaciones interpersonales, pero hasta donde yo sabía, no había nada en mi actitud que le hiciera sentirse bienvenido a hablarme como si fuéramos amigos. O seguirme hasta el comedor cada día. No me gustaba. Y como la inexperta que era, no tenía idea de cómo decirle que me dejara en paz sin parecer una completa idiota.

—¿Qué vas a hacer este fin de semana?

¿Por qué el comedor estaba tan lejos?

—Trabajar.

—Siempre estás trabajando —parecía decepcionado— ¿No estas cansada?

—Para nada.

Trabajar en el café de Chenle era una de las mejores cosas que me había pasado en la vida. Ni siquiera se sentía como trabajo. Y la paga era buena, muy buena. Ahora incluso podía permitirme comprar helado de vez en cuando, lo que antes hubiera sido un sueño.

—Pareces cansada —Hajoon seguía hablando.

Realmente debía haber algo mal conmigo. ¿Por qué este chico me molestaba tanto? Las primeras veces que hablamos solo me pareció un poco extraño pero ahora que solía seguirme a todas partes, empezaba a ser irritante. Y el hecho que tuviera hambre solo hacía que fuera más difícil tolerarlo.

—Me siento bien —intenté sonreír.

—Tal vez deberías tomar un descanso.

Había empezado a trabajar hacía solo un par de semanas, así que un descanso era simplemente innecesario. Pero igual asentí con la cabeza, esperando que me dejara sola.

—Podríamos ir a ver una película tal vez.

Apenas le escuché. Toda mi atención cayó sobre mi mesa favorita, ocupada por seis ruidosos chicos. Suspiré aliviada. Lo que solo resultaba más extraño. ¿Por qué Mark y sus parlanchines amigos estaban bien pero Hajoon no?

Desde que empecé a trabajar en el café, una especie de rutina se había establecido entre Mark y yo. Ahora que el proyecto había terminado, él no tenía tanto tiempo y no podía llevarme a clase, pero almorzábamos juntos cada día y se aseguraba de dejarme en el dormitorio cuando mi turno de la noche terminaba en el café. Cuando estaba ocupado, le pedía a uno de los chicos, usualmente Jeno o Jaemin, que lo hiciera.

Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora