Soy el comandante de un submarino latinoamericano el cual en una misión contra el narcotráfico morí por una explosión de una granada y en el reino de los muertos una diosa me da dos opciones: Reencarnar en otro mundo como una kansen o ir al infierno...
NOTAS ANTES DE EMPEZAR: Estoy estresado, las tareas de la preparatoria llueven como si fuesen proyectiles antiaéreos estoy escribiendo para liberar estrés, si encuentran algún error pido disculpas.
NT2: He visto que no hay muchos Fanfic que sea protagonizado por un submarino, por esa razón me he animado a hacer uno.
Sin más que decir comencemos con la historia.
POV PRIMERA PERSONA
Desperté y lo que me encontré fue una habitación blanca.
Yo: (Dudoso) ¿En dónde estoy?
Hice memoria, pero no recordé nada, solo recordaba que estaba en una misión de exploración contra el narcotráfico marítimo, yo soy el comandante del submarino Angamos SS-31.
Yo soy (Inserte el nombre de su personaje) tengo 40 años y soy parte de la fuerza de submarinos de la marina del Perú, a los 27 años me convertí en comandante del Angamos y he estado capitaneándola por 13 años.
???: Oh, ya despertaste.
De la nada hubo una voz de una mujer que me saco de mis pensamientos, al ver a la mujer vi a una hermosa mujer albina con rasgos europeos, ella aparenta tener 13-14 años de edad, ella viste una ropa que me hace creer que ella es una mercenaria, ella en la espalda tiene una M4A1 y en las piernas tiene dos fundas para pistolas Beretta 92FS.
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???2: Si que tardaste en recobrar la conciencia.
Detrás de esa mujer con apariencia de mercenaria hay otra mujer con rasgos faciales orientales, me parecía que esa mujer es japonesa en sus 18 años, ella viste un uniforme elegante de un colegio japonés, ella esta sentada en un sofá mientras come patatas fritas.
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???2: Mi nombre es D, y soy una diosa.
La mujer oriental me habla con una voz sin emociones.
???: Buenos días capitán, yo soy BAP Angamos y soy el buque que usted comanda.
Yo: (Sin entender nada) ¿Si? ¿Qué me paso?
D: La razón por la que usted está aquí es porque la señorita Angamos me pidió que le trajera aquí.
