The Loki's Toy [Loki y tú] (+18) [TERMINADA] ✓

Recuerdos

_____ estuvo el día entero sola, Loki había salido y poco importaron las personas que entraron para hacer los deberes del príncipe, al menos ahora les habían llevado comida para que no se muriera de hambre y unas empleadas le llevaron igual un par de vestidos.

Odiaba los vestidos pero eso era mejor que no tener nada así que no se pondría exigente al respecto. Apenas estuvo sola luego de desayunar, fue al baño para tomar una ducha.

Se sacó aquél vestido verde que había tenido desde el primer día, se miró al espejo y dio media vuelta para verse la espalda. Luego de lo que recordó esa mañana le fue imposible seguir como si nada pasara.

Tenía las cicatrices de los constantes golpes llenos de violencia que su padre le dio durante toda su vida. No tuvo una infancia feliz ni tampoco una adolescencia divertida.

Ella creyó toda la vida que el amar a las personas debía doler, hacerla sentir miserable, tal vez de ahí su odio y renuencia a sentir cosas por la gente.

Debió crecer sola, encargarse de una familia rota y protegerse con sus propios medios, no hubo una familia feliz ni una madre amorosa o un padre protector, en lugar de eso hubo una vida disfuncional, una ramera alcohólica y un drogadicto perdido que le golpeaba cada que tenía ataques de histeria.

Sus hermanos apenas y los reconocía, los dos más grandes acabaron siendo adictos, el tercero un vil ladrón y el cuarto asesinado en la cárcel. Ella apenas y había logrado correr de su casa a los dieciséis, vivía en un departamento apenas con una cama y baño, llena de deudas y trabajando noche y día, había dejado la escuela y se había encargado de sobrevivir como carterista.

Sabía defenderse, lo había aprendido de mala manera, era ruda porque no le quedaba otra opción. Lo poco que tenía se lo había ganado sin necesidad de follar extraños como su madre, eso era un avance.

Mientras se bañaba no dejaba de sollozar.

Se sentía incluso más afortunada estando encerrada en ese lugar que de estar siendo libre en la porquería de vida en la tierra. Al menos ahí había un techo sin goteras y comida, ropa limpia y una cama cómoda.

Habría agradecido de no ser que su instinto de defensa le evitaba bajar la guardia, tampoco era como que aquél pelinegro fuera muy amistoso pero al menos el cinismo del mismo hacía que ella se sintiera segura.

Él no iba a dañarla de ninguna manera al menos parecida a los daños de su infancia.

Debía admitir también que ese sujeto por más malhumorado y desgraciado que se viera tenía un toque de encanto que no llegaba a descifrar exactamente.

Tal vez los ojos con iris esmeralda, o que a pesar de cualquier cosa lograse mantener la calma y sacar ventaja de su estados violentos que ella tenía en su contra, incluso podría apostar que era ese sentimiento de soledad que el emanaba de lejos.

No sabía, pero había algo en él que la entretenía y la obligaba a retarlo. Incluso había tomado cierto placer por verlo mirarla amenazante y acercarse con la intención de intimidarla.

Ella se metió a la bañera y comenzó a ducharse, pasaba el jabón por su piel, sentía que se impregnada en ella el aroma frutal, estaba encantada con el olor dulce del mismo. Tal vez la parte favorita para ella era esa habitación, esa bañera en específico.

La puerta se abrió con violencia dejando ver al príncipe pelinegro con un semblante de preocupación hasta verla.

— ¿No sabes tocar o qué? —reclamó ella mientras lo miraba esta vez parecer menos preocupado.

—Creí que habías escapado es todo —fue la respuesta que escuchó por parte del pelinegro antes que se sentara en el borde de la bañera obligando a ______ a esconderse más en el interior del agua llena de espuma para que no la viera.