¿Serás Completamente Mia? Levi Ackerman

Capitulo X 🦋

–Narradora

Las semanas pasan y esa mujer se volvió un alma solitaria, ya no sale de su casa no más para comprar comida y vuelve a llorar a su casa.

Se sentía vacía, sola y una inadaptada, la gente en ningún momento la fue a visitar, su ahora actual pareja siempre que la va a ver simplemente lo hiere.

Dice cosas hirientes, aunque no sean verdad... O así lo siente el, no le gusta esa actitud que está tomando, su actual amada cada vez de hunde en un vacío que va a ser difícil de sacarla

Pero últimamente algo la ha estado sacando de quicio, alguien toca su puerta casi todas las mañanas, nunca la ha abierto ya que Levi entra sin más.

Toc, toc, toc...

Harta ya de este sonido de dirigio hacia la puerta con la mayor furia de su vida.

—Vanessa

- ¿Si? - Chasqueó la lengua

- ¿Usted es ____ Renard? - Hablo una niña de unos 8 años con un vestido un poco roto y su cara con rastos de mugre

- Si ¿Para que me necesita? - Me agache a su altura.

- Usted es mi madre, mire - Le enseño una foto y las pruebas de ADN.

- ¿Que? - Dije que sin entender

- Déjeme le explicó, hace poco mis "padres" - Hizo comillas - Me abandonaron diciendo que cada ves agarraba las actitudes de mi madre, y luego de eso me puse a pensar, me di cuenta de que mi madre en ningun registro civil dice que yo soy su hija o que siquiera ha tenido una, me puse a investigar más a fondo llendo a el hospital en el que nací, hablé con unas cuantas enfermeras de ese tiempo y me dieron un poco de información, al llegar a tu casa me tope con un pelo negro, lizo y brillante igual que el tuyo, hice unas cuantas pruebas y salieron todas positivas como puedes ver
ahí - Señaló la carpeta - Gaste mi dinero restante en eso y en comida, ¿Ahora sí entiende? - Asentí

- Pero aún tengo una duda ¿No sé supene que tú estás muerta? - Negó sonriendo

- No, no, a mí me vendieron a una pareja de jóvenes ¡Ugh! Los odio, ajá, y pues desde hay ellos se volvieron mi "familia" - La dejé entrar con un poco de inseguridad.

- ____... ¿Quien es ella? - Llegó Levi

- Mi hija, te la presento se llama - Ví el papel - Lany Mónica Renard - Me levanté de la cama y dejé los papeles en la mesa - Te dejaron el nombre que yo misma te puse - Una lágrima resbaló por mi mejilla - Me voy a bañar, ya vengo - Agarre una toalla y me metí al baño

Me arrodille en el piso de la bañera sintiendo el agua correr por mi espalda, lágrimas desbordaban de mis ojos recordadon la dulce sonrisa de mi hija.

¿Me siento un poco mejor?

Si.

Pero ese vacío seguirá hay por el resto de mis días, un pequeño arcoiris a llegado a mi vida.

Tan solo recordar los momentos que estuve llorando por qué yo si quería tener a mi hija

Yo si quería estar con ella todos los días, ver sus primeros pasos, su primera palabra, pasar noches sin dormir y así.

Termine de bañarse rápidamente, me puse un pantalón acampanado, un suéter azul con un escote en el pecho, mis botas azules de igual manera y salí dejando ver una situación muy linda.

Levi estaba peinando el cabello de mi ahora actual hija.

- ¿Ya te sabes bañar sola
Mónica? - Asintió

- ¿Dónde queda el baño? - Empezó a jugar con sus dedos

- Ven yo te llevo y te indico dónde está todo, si cuando yo llegue ya estás lista espérame en el baño, voy a comprarte ropa - Le sonreí y acaricie su mejilla

- Muy bien mamá - Una lágrima traicionera salió de mi mejilla.

- Levi se que hice mal, pero eso lo quiero hablar más tarde, ¿Podrías quedarte un momento aquí? - Me beso

- Esperaré por ti toda la eternidad, eres la persona más hermosa que tengo en mi vida, ahora anda, cualquier cosa puedo llamarte - Me guiño un ojo - Necesito hablar algo enserio contigo - Esa simple palabra me hizo estremecer

- ¿Buena o mala? - Dije antes de girar la manilla para salir

- Muy buena para mi la verdad - Salí sin más

Camine de manera apresurada hasta el centro comercial, y entre en una de las tiendas.

Empeze a caminar por toda la tienda viendo diferentes vestidos, camisas y mucha vestimenta de niña.

Camine hacia una pijama de color azul cielo, es un pequeño short con nubes blancas y un suéter de igual manera solo que este tenía en el centro a un oso polar

Lo agarre y lo pude en mi muñeca, seguí buscando y agarre bastantes cosas.

Una falda de color rojo muy claro, una camisa de color blanco y un suéter negro muy lindo.

Unos cuántos vestidos de varios colores y unos cuantos zapatos

Salí de hay de nuevo y me dirigí hacia una tienda de electrónicos, me puse a ver varios teléfonos hasta que encontré uno perfecto para mi ahora hija.

Me dirigí hacia mi auto y di marcha de nuevo hacia mi casa.

Corrí hacia mi departamento y abrí rápidamente, deje las cosas en la mesa y toque la puerta de el baño.

- ¿Ya Mónica? - Recibí una respuesta casi inmediata.

- Ya me falta poco - Grito desde dentro.

- Te estaré esperando afuera - Me sente

- ¿Como te sientes? - Di una sonrisa ladina forzada.

- Pues, tengo un gran vacío, ahora estoy más fea que nunca, gracias a que no comí unos cuantos días he estado vomitando y he estado mareada, creo que hasta estoy hasta resfriada - Me ofreció un pañuelo.

- ¿Como te cayó la noticia? - Reí.

- Como valde de agua fría - Lo miré fijamente.

- ¿Que? ¿Tengo algo en la cara? - Dijo un poco desesperado

- Ven - Le agarre la nuca.

Nos hundí en un profundo beso, apasionado con amor y pasión, era un beso lujurioso y con deseo de por medio.

- ¡Ejem! - Me separé de Levi rápidamente y dirigí mi vista hacia ella

Es una verdadera princesa, se veía tan frágil que se veía como una muñeca de porcelana, delicada su piel delicada y suave.

Su nariz perfilada y un poco gorda de los lados la hacia ver muy tierna.

Sus ojos de color miel, las mejillas rosadas y esa expresión tan linda que tiene.

Tan solo unas cuantas horas han pasado y ya ha detallado a esa hermosa criatura a la perfección.

- Ven vamos a llevarte a que te cambies, la ropa esta allá, elije la que gustes - Le acaricie el cabello - Cuando termines vienes y yo te peinare - Ella asintió con emoción.

- ¡Ya vengo! - De fue saltando y riendo.

Escuché un pequeño susurró en mi oído, que decía: No quiero que te sientas mal por mi, y esto solo es el comienzo, aún te falta una sorpresa.