[ SE BUSCA ] {DreamNotFound}

Trece.

Entre más me la mamas más me crece.
|
|
|
|
|
Sin lectura beta.

----------

Estaba jodido.

Dios definitivamente lo odiaba y tenía como propósito divino hacerle la vida imposible.
Llamalo karma, pero estar rodeado de piedras atrayentes de energías que a Clay genuinamente le importaba un mierda le hizo cuestionar sus acciones pasadas, tal vez si se arrepentía a tiempo por sus pecados y avaricia, así tal vez, sólo tal vez—

—Carajo amigo, ¿Peleaste contra un oso?

Ya no importa, ya se enojó.

Su idea de una mañana perfecta era llegar a la habitación prestada, apresurar a los tres idiotas con los que lamentablemente compartía amistad y salir lo mas rápido posible de esa aldea rodeada de imbéciles alzados que levantaban el dedo meñique a la hora de tomar el maldito té.
Pero ahí estaba el rubio, siendo cuestionado como un criminal —¿Ironía?, obvio— por personas sacadas de un muy mal chiste. Olvidemos al chico castaño por un segundo, solo por un—

Esta muerto.

Clay pidió perdón al aire pero mierda, podía sentir sus bolas en la garganta además del incómodo adormecimiento de su boca.
George, el dulce chico con la mejilla destrozada cortesía del rubio estaba en frente de él, evitando su mirada a toda costa.
Al menos no lo está mirando,

o tal vez no lo mira porque sabe que Clay es en realidad Dream y está planeando como entre cincuenta jaguares contratados lo llevarán a rastras hasta la guillotina y todos se burlaran de cómo sus testículo seguían atorados en su cuello, maldita sea—

—... drogas o algo así?

—Su cuerpo no está acostumbrado a las propiedades relajantes de las plantas, y no, eh, usted: Las plantas no son drogas.

—¿Y la marihuana?

—Si hablas de esa planta alucinógena lamento informate que estas en el sitio incorrecto.

—¿Cómo te hiciste esa cortada, Clay?

Le habló, oh Dios ese muchacho delgaducho le estaba hablando luego de ignorarlo por completo hace un par de segundos.

—Ah, ¿Yo?, Ermm... —"Me corté la maldita mano entera por tu culpa, estúpida rata petite y veloz"—

Phil, sálvame.

----------

George era muy mentiroso.
Jamás se había metido en problemas por ello y tampoco mentía para hacer cosas inapropiadas —¿Qué inapropiado para un niño de 10 años puede ser el mentir sobre robar o no las galletas?—, ligeras bromas y frases sacadas del aire para salvar su pellejo era lo que hacía más que nada.
Culpó a los cerdos de tirarlo sobre su lodo sucio de la granja para evitar decir que se la pasó haciendo pasteles de tierra con sus mejores amigos detrás de las colinas, no tenía permitido ensuciar su ropa hasta cierto punto; era un niño que corría en una aldea como caballo energético, se iba a ensuciar quieran o no, pero siempre había un límite, uno donde no se acaben el jabón recién comprado.