- Esa mujer que vuelve loco nunca se que piensa, dos minutos quiere cariños y todo el día me odia y siempre esta con esa cara apática.
El rubio se quejaba mientras sus amigos se carcajadan.
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- Si tanto me detestas lárgate.
Grito his...
Tuve mi oportunidad de escapar y una vez más me aferre a su espalda, mi cuerpo de tenso de solo verlo no pensaba con claridad y terminé en algun hotel con él.
Mi mente aturdida me pide que pare y mi cuerpo lujurioso me suplica que me rinda ante él, estimula cada parte de mi cuerpo logrando que afirmé que soy suya y que no deseo a nadie más
Esto debe detenerse.
—¿Entonces a donde fuiste cuando llego mi hermano?— la voz de Zeldris me saco de mi trance, tiene una mala cara supongo que no le fue muy bien por el escándalo de hace unos días.
— Me fui a casa tenía un poco de sueño— No me satisface mentirle, no puedo decirle "me estoy cogiendo a tu hermano así que me llevo a un hotel" no es correcto lo que esto haciendo.
— ¿Oye tu vecina ya no hizo galletas?— revisa la cocina buscando, Gelda después de unos de encerrarse en su departamento logro avanzar, Gowther no la mato ni ella a nosotros de tanta azúcar.
— No, cuando ella haga te llevaré.— él sonríe satisfecho— ¿Oye que sucederá con Jenna?
—Nada solo fue el momento— se vuelve a sentar frente a mi, sus ojos verdes se tornan oscuros algo esconde.— Yo no puedo empezar una relación.
¡¡Mentiroso!! Probablemente sigue buscando a su exnovia. Me acabo de dar cuenta que si tiene parecido con su hermano. Con ese rostro de niño dulce jamas te imaginas que serás devorada por un demonio.
—Solo se honesto con ella, ambos son mis amigos.— Él me sonríe ligeramente.— ¿que dijeron de tus estudios de antidoping?
— Lo que sabia que saldría, solo cigarro— Me sonrio satisfecho.— Por cierto he estado hablándole al médico que necesitara una asistente suena convencido de ti.
— Gracias Zel.
— Cuando consigas trabajo invítame una cena.
— Por supuesto.
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La noche era fría podias sentir como te abraza la soledad, Meliodas llegaba al bar donde trabaja Elizabeth le compñaban Merlin y Mael mañana seria Domingo y descansaba todo el día podia darse el gusto de desvelarse.
Seguia cada movimiento de la albina quien sonreía y era amable con los clientes sabia que era una máscara hipócrita sin embargo le molestaba como le sonreía genuina a una pequeña rubia que se sonrojaba cada que Elizabeth susurraba en su oido. ¿Por qué le mostraba esa sonrisa? Aunque la verdadera pregunta era ¿por qué le molestaba tanto?
—¿A quien miras tanto?— dijo Mael curioso mientras Merlin se reía bebiendo de su copa. Meliodas ignoro la pregunta.
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Vio cómo un pelirosa abrazaba por el hombros a la albina quien le sonrió e incluso alzo una ceja haciendo sonrojar al chico. Parecian muy cercanos ¿ella le mintio y sale con alguien más? Los siguió con la mirada saliendo al pequeño balcón para fumadores quería acercarse pero de una manera sutil y casual. Le insinuo a su amigo albino que salieran a fumar sacando una escandalosa risa de la azabache que sabia perfectamente porque su acción.
