Amαrre - Soukoku

vergüenza

¿Lindo? Si Chuuya, eres realmente lindo

Muy, lindo, exageradamente hermoso.

Nakahara se estaba muriendo de vergüenza, Dazai le había dicho lindo, si antes estaba avergonzado imagínense ahora.

—¿Yo? ¿Lindo? Que cosas dices idiota—El rostro de el pelirrojo estaba de un ligero color rosita

—Sip, eres muy hermoso Chuuya, no se como no lo note antes—Dijo Dazai mirando fijamente al contrario

—¿Lo dices enserio?—Un ilusionado Chuuya cuestionó, al parecer el amarre había funcionado

Osamu se acercó lentamente a Nakahara, Cuando estuvo frente a el, lo tomó de la cadera y sus rostros quedaron extremadamente cerca, Que atrevimiento.

—¿Osamu?—Chuuya sentía que se moría, Sentía la respiración de el contrario muy cerca, si seguían asi, juraba que se iba a desmayar

—Creo que te amo—Repentinamente murmuró Dazai

El más bajo estaba que lloraba, escuchar a Dazai decir eso, logró que su corazón latiera muy rápido, Su sueño se había cumplido, siempre había deseado escuchar eso de los labios de su amado.

Sus hermosos ojitos se ahogaron en lágrimas, pero no lloraría frente a el, no se rebajaría así, no frente al imbécil que lo abandono, podrá amarlo mucho pero aún no lo ha perdonado del todo

Debía continuar con la "broma" lo disfrutaría mucho, tampoco estaba mal conseguir la atención del bastardo

—¿Me amas? Pues yo no te amo—Respondió altanero el de ojos azules.

—Dije creo, perchero de mierda—

—¿¡AH!? repitelo otra vez bastardo—okay, eso había dolido un poco.

—Perchero de mierda—El castaño le saco la lengua infantilmente

Chuuya se abalanzó contra el y lo dejó inmovilizado en el suelo

—Chuuya, sueltame ahora—

—¿Que? ¿No puedes soltarte tu solo? Pareces disfrutar allí abajo.

Derrepente invirtieron pocisiones, ahora el que estaba abajo era Nakahara, Dazai lo miraba detenidamente, sus ojos pasaron por todo su cuerpo, cosa que lo puso nervioso.

Dazai se acercó a su oreja, susurrando algo

—Merequetengue—

qué

—¿¡Que mierda!? Eres un imbécil—

Dazai no pudo aguantar la risa y prácticamente se estaba ahogando, se reía descontroladamente

—Dazai, ¿Estas bien?—El más bajo se preocupó, el castaño no paraba de reír, le asustaba la idea de que convulsionara.

Luego de largos minutos riendo, Dazai se acercó a el y repentinamente beso sus labios

Chuuya nuevamente sonrojado correspondió, el beso estaba subiendo de nivel, las manos de Osamu recorrieron desde su cintura a su cadera, Chuuya puso sus brazos al rededor del cuello de Dazai.

El castaño mordió levemente el labio de Chuuya, pidiendo permiso para ingresar su lengua, Chuuya aceptó gustosamente.

Duraron así unos largos minutos, ¿que mierda? Se enojan, se rien, se besan, que extraños.