Era muy entrada la madrugada, pero no podía dormir.
Pensó, no sin humor, que tal vez sería por que había dormido por casi tres meses.
Lee Jeno.
Así se llamaba. Era un alivio saberlo ahora.
Al parecer, hacía tres meses había partido de una reunión a algún lugar. Ellos dijeron que parecía apresurado cuando se había ido.
"Nos llamaron cuatro horas después para avisar que tuviste un accidente" dijo el que había llegado primero, Doyoung "estuviste en coma por 81 días".
"¿Nos recuerdas?" Preguntó Taeyong, quien al parecer era su otro papá "¿sabes quiénes somos?"
Le dolió mucho negar en respuesta.
"El doctor dijo que tenías un ligero caso de amnesia. Nosotros podemos contártelo todo, pero es mejor que lo recuerdes por ti mismo".
¿Por sí mismo? No podía ni hablar, y ahora tenía que recordar. Si tenía una vaga idea de como sonaba su voz, era por que pensaba con ella, si no ni siquiera podría decir eso.
Vio como el cielo comenzaba a esclarecerse, así que supuso que debían ser como las 6 de la mañana. ¿De qué fecha? Ni puta idea.
– Así que despertaste – dijo una gentil voz, haciéndole girarse a la puerta – ¿cómo te sientes? –
Jeno parpadeó desorientado.
Un rostro nuevo, pero extrañamente familiar.
Abrió la boca, inspeccionándolo con reconfortante reconocimiento.
– Eres el ángel –
Jadeó sorprendido.
¿De verdad? Después de haber pensado por casi 24 horas que no podía hablar, ¿eso era lo primero que decía?
Aunque no sonaba nada como lo hacía en su cabeza. Eso era seguro.
El otro chico rió bajito, comenzando a acomodar la sábana al pie de su camilla. Hasta ese momento, Jeno notó que estaba usando un uniforme amarillo claro con estampado de pollitos.
– Difícilmente soy uno – se burló – soy tu enfermero. Estuve aquí cuando despertaste –
– Sí – carraspeó incómodo – recuerdo que fuiste lo primero que vi –
Algo brilló en los ojos del otro chico, que detuvo sus movimientos en seco antes de mirarlo con curiosidad.
– ¿Recuerdas cosas? –
– Nada importante, si es lo que preguntas – rió amargamente – sólo recuerdo mi sueño. Estaba conduciendo y un ángel me jaló hacia algún lugar. Cuando desperté, el ángel eras tú –
– Ah – sonrió divertido – así que soy un ángel – siguió con la tarea de quitar la ropa de cama – y dime, ¿me dices eso sólo a mí, o los demás enfermeros tienen la misma suerte también? –
– De hecho es la primera vez que hablo desde que abrí los ojos – susurró con la voz enronquecida.
El otro lo miró de nuevo, su ceño levemente fruncido.
– Entiendo – asintió, antes de suspirar – bien, pues... es hora de tu baño – exclamó sonriente.
Si Jeno hubiera podido moverse, se habría encogido en su sitio.
– No vas a bañarme tú, ¿verdad? –
– Claro que sí – se encogió de hombros – llevo haciéndolo meses. No te preocupes, campeón – le guiñó un ojo – no es la primera vez que te veo desnudo –
– No puede ser cierto – susurró abatido – por favor, ya no tienes que hacerlo. Ya estoy despierto –
– El doctor Jung dijo que no puedes moverte aún, así que sí, tengo que hacerlo –
Jeno habría seguido protestando, pero una parte de la conversación llamó más su atención.
– ¿Aún? – lo miró descolocado – ¿estás diciendo que voy a poder moverme en algún momento? –
El otro sonrió brillante.
Era probablemente la sonrisa más sincera y sin una pizca de lástima que Jeno había visto desde que despertó.
– Vamos a necesitar mucha paciencia y cooperación de tu parte, pero sí, vas a poder moverte – lo tomó del brazo, ayudándolo a sentarse – yo mismo me encargaré de eso –
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Amnesia
FanfictionEstaba conduciendo otra vez. "No te atrevas a llegar tarde". Tomó su teléfono. Iba a hacer una llamada para avisar algo. ¿Pero a quién iba a llamar? ¿Qué iba a avisar? El rechinado de unas llantas, el sonido de un claxon, el olor a quemado, el fu...