Revelación. (Meliodas y Tú) #1[EDITANDO]

Capitulo 18

—¿Pequeña?

Un dolor intenso se implanto en la cabeza de la hechicera; su mirar se torno de dolor, perdiendo por algunos segundos la vista, aquellos recuerdos atesorados por ella parecían ser arrebatados de la misma, de una forma atroz, lenta y dolorosa.

Aquella negándose a permitir ver sus recuerdos perecer en aquel extraño e impertinente limbo que intentaba absorber los, no era la primera vez que le sucedía, ni la última; sus ojos viajaron a la joven frente a ella, mas alta que ella, con una dulce sonrisa en sus delicados labios.

Su pálida piel resaltaba por el sol que pronto se ocultaría, mismo que la iluminaba, sus facciones pulidas y suaves; la hacian ver delicada, su azabache cabello caía frente a ella, mismo que se encontraba suelto, aquel era corto pero aun asi se veía hermosa.

—Pequeña Meri ¿sucede algo?

—Mgh ¿Nene?

La hechicera recordaba que había sido la primera a la que llamaba asi, jamas creyó que alguien seria capaz de lograr que la llamara asi, hasta que llego Elizabeth, aunque podía apreciarla, jamas le tendría aquel amor que le tubo y tenía a aquella azabache.

—Merlin te veo pensativa.

—Nene no es nada.

—Si sigues arrugando el entrecejo te volverás vieja mas rápido que yo niña, vamos se que te puede distraer.

La joven mujer de grises ojos tomo la mano de la niña disponiéndose a caminar, la hechicera la veía expectante, apreciaba su dulzura, aquella sonreía con alegría y devoción; tan pura e inocente, de sus delicados y rojizos labios salían anécdotas de la misma, la de ojos amarillos se preguntaba como alguien podida ser tan única y brillante.

—Pequeña Meri te e dicho que debes disfrutar tu juventud de momento.

—No tengo tiempo para eso.

—Si que lo tienes Meri, ¡disfrutemos juntas!

La dulce y bondadosa joven de cabellos azabache la miro, parecía recordar porque estaba con la hechicera.

—Despues de todo soy tu tutora y niñera Meri, se supone que debo cuidar de ti y darte esos momentos que tu padre no puede darte justo ahora.

—Pero...

—Eres una niña Merlin, ya habrá tiempo para que todas tus duda sean contestadas.

—Lo se pero no puedo esperar.

—Eres perteneciente a los Belialuin es normal tu curiosidad a temprana edad, pero no quiero que termines como tu padre.

—No te entiendo Aalis.

—Mgh ¿Como que no me entiendes Merlín?

—¡No lo hago!

—Lo único que deseó es que cuando decidas crecer, estés orgullosa de tus logros, quiero verte crecer y ser feliz, quiero vivir en tus recuerdos por mas egoísta que suene, eres importante para mí.

—No lo entiendo ¿No quieres acaso ser inmortal? Podemos detener tu tiempo y estaremos juntas por siempre.

—La inmortalidad no es lo mio Merlín, prefiero disfrutar de los pequeños momentos junto a ti mientras viva, mira me, soy un simple mortal, para mi que caso tendría ser inmortal.

—¡Hm! No lo se, pero, ¿No quieres saber que son esos recuerdos o visiones acaso?

—Créeme es lo que mas cruza mi mente, pero si la misma no quiere cooperar, entonces no es el momento.