A lo lejos.

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Era el primer día de clases y la verdad no estaba muy emocionada, ¿el por qué? Pues no lo sé... a lo mejor la pereza de tener que levantarme temprano todos los días.

Llegué como de costumbre a la escuela y todos me saludaban con sonrisas en sus caras. A lo lejos noté un chico pasando por una calle a vista de la escuela y sus ojos se cruzaron con los míos, fue algo extraño pero decidí ignorarlo a lo que mi mejor amiga pudo darse cuenta y me golpeó suavemente con el codo, carcajeandose de la cara que había puesto al quedarme mirando al muchacho...

- ¡¡Es guapo!!- dijo cerca de mi oido para molestarme.

-Hay déjame en paz.- respondí defendiéndome a lo que ella reaccionó con una sonrisa burlona.

Entramos como de costumbre al salón para recoger los libros y escuchar la presentación de nuestros nuevos profesores. Al terminar pudimos irnos a casa, por Dios no veía la hora de llegar y por fin recostarme en mi cama, había sido un día agotador pero mis espectativas de acostarme a dormir calleron cuando recordé que mi madre me pidió que fuese a la tienda cercana a la casa donde ella trabajaba después de salir de clases.

Al llegar a la tienda encontré rápidamente con la vista a mi madre, quién levanto su mano para saludarme contenta de verme y salí corriendo a abrazarla.

- ¿Qué tal tu primer día cariño?-preguntó.

- Bien mamá, ya sabes -dije con una sonrisa.

- Bien hija, ayudame a llevar estas cosas a la casa y cuando termine de trabajar voy para allá- me dijo con la mirada un poco cansada y asentí con la cabeza.

Me despedí de ella y caminé hacia la entrada mirando al suelo, lo que provocó que chocara con alguien y al levantar la mirada pude ver que era un chico alto, de piel blanca, cabello castaño, vi de pasada un tatuaje asomándose por el cuello de la camisa y unos hermosos ojos color café en los que me encontré pedida por unos segundos, para después despertar al escuchar su voz.

-Lo siento -dijo mirándome fíjamente.

-No, tranquilo, yo venía distraida y no me fijé en lo que hacía -hablé bajando la mirada por sonrojarme, cosa que no era muy común en mi.

-Déjame ayudarte -dijo cuando ni si quiera noté que todo lo que traía en las manos se me había caído al suelo.

Fue ahí cuando me di cuenta que él era el chico que había visto en la mañana y nerviosa pensé:

Eres la chica mas torpe que existe, ¿ser normal te cuesta tanto trabajo?

A lo que él compartió nuevamente una mirada conmigo, recogiendo las cosas del suelo y dejó escapar una risilla que sonó como música para mis oídos. Sin dejar que mencionara una palabra más cogí mis cosas para irme sin mirar atrás, no podía creer como era posible que alguien llegase a ponerme tan nerviosa.

***

-¡Nuevo día! Despierta dormilona, tienes que ir a la escuela.

-Ya voy mamá -dije media dormida apagando la alarma.

-Princesa me tengo que ir a trabajar, despierta y no llegues tarde a la escuela -gritó mi madre saliendo de la casa y cerrando la puerta detrás de ella.

Estaba soñando que iba en un barco... ¿qué hora es? ¡Me he quedado dormida! ¡No puede ser! Salí corriendo después de arreglarme rápidamente y tomé mi desayuno para ir comiéndolo en el camino y así ahorrar tiempo, cuando de pronto una voz detrás de mi me detiene.

- ¡¡Al rescate!!- mi mejor amigo Edan había llegado en su auto para recogerme e ir a la escuela- dime pequeña bruja dormilona, ¿qué harías sin tu mejor amigo? - suspire riendo mas relajada.

-Hay te adoro bobiiii - lo agarré del cachete, cosa que él no toleraba- eres lo mejor princeso - me lanzó una mirada asesina a la cual respondí con una carcajada.

***

Llegué a la escuela y entré corriendo hasta el salón, uff que salvación todavía no había empezado la clase, me senté al final justo al lado de mi mejor amiga Alena quien estaba retocandose el maquillaje y apoyé mi codo sobre la mesa para acomodar mi cara sobre mi mano.

-Vamos a ir a la cafetería con los chicos hoy - dijo la chica sonriéndome.

-Ok - contesté media dormida- ¿qué? Espera un momento. ¿¿Qué chicos, estás loca??- pregunté con el corazón en la boca pues la chica era muy poco predecible y podría sorprenderme con algo.

-Mati - le lancé una mirada entrecerrando los ojos.

-¡¡Dijiste chicos en plural, venga, suéltalo ya!!

-Lucas va a venir. - me dijo traviesa.Lucas es el chico que me ha gustado desde la secundaria, en pocas palabras mi crush - No puedes desperdiciar esta oportunidad Danna, ya es hora de que le digas lo que sientes, -dijo carcajeandose- en vez de pasarte el día escribiendo en tu diario has algo para hacer realidad eso q tanto guardas en ese librito de notas -la miré arqueando una ceja.

-Mejor me callo -solté derrotada.

Inocencia perversaWhere stories live. Discover now