Lady Fairy (AU Miraculous LadyBug)

Capítulo 19: Parientes

Chat Noir iba saltando de edificio en edificio con la joven en brazos, mientras sentía el ardor en su hombro y su vista comenzara a hacerse borrosa.

—No, maldita sea, aun no te desmayes. —se daba aliento mientras sentía sus piernas desgarrarse a cada paso qué daba.

Tropezó solo un par de calles cerca del hospital, jamás pensó que sus heridas eran más graves de lo que alguna vez pensó.

—¡Carajo!—musito cuando otro problema se presentó —No es un muy buen momento.

El pitido de la alerta de su miraculous le hizo entrar más en pánico, pues después de todo, el traje era lo que le daba la fuerza para resistir un poco más y salvar por lo menos una vida.

—¡Vamos idiota no te rindas!—decía mientras volvía a levantarse, mientras sentía cada musculo de su cuerpo desgarrarse. —¡Vamos maldita sea!

Sus piernas parecían responder a su llamado, y se volvió a poner de pie.

—No voy a dejar que otra persona sufra por no ser lo suficientemente fuerte —expresaba —No flaqueare, no me rendiré. ¡No me destransformare!

Un brillo iluminó su característico traje negro, y las huellas que indicaban el límite de tiempo volvieron a su estado normal.

—¡SI PUEDO!—grito mientras corría con su compañera en brazos.

El tiempo pareció detenerse para el muchacho para cuando comenzó a correr, se dio cuenta de ello cuando ya había cruzado la carpa qué habían montado los diversos médicos y enfermeras de la zona.

Haciendo que sus rodillas dieran de yeno contra el piso de forma abrupta.

—P-por... Por favor —suplicaba a duras penas, sintiendo la garganta seca. —A-ayudenla!

—¡Una camilla, traigan una camilla!—grito uno de los residentes, quien era el encargado de heridas leves y papeleo.

Su llamado pronto fue atendido y separaron a la joven de él, mientras que sonreía orgulloso de haberlo logrado.

—¡Enfermeros al ala C, médicos y demás personal al ala D!—ordenaba el médico mas experimentado.

—S-salvenla —pedía el chico

—Haremos lo que podamos —comento —Necesitas que te revisen, estas perdiendo mucha sangre.

—N-no, yo estoy bien —comento el joven negándose —O-ocupense de ella

—¡Joven, necesitamos tratarlo con urgencia!—exclamó el doctor.

—Dejalo Marlon —se escucho una voz femenina —Yo me ocupo, tu encargate de la joven. Esta en muy malas condiciones.

—P-pero —hablo el doctor.

—Anda, ve, necesitamos todo el personal que se pueda —respondió la joven.

—De acuerdo, buena suerte señorita Cheng —deseo el doctor poco antes de retirarse con una mirada algo preocupada.

—Porque no vienes conmigo —levanto al joven y puso su mano en su hombro para servir de apoyo. —Te vez tenso.

La chica lo llevo a otra carpa y lo sentó en una camilla básica.

Este solo se mostraba escéptico, mirando a la joven frente suyo con ojos curiosos.

Pues a pesar de la sangre perdida era un poco consiente de las palabras que había en el lugar gracias a su poder, lo que lo había dejado más intrigado al escuchar como el doctor había llamado a la joven.