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Jungkook condujo el camino de vuelta a casa, y ahora era Taehyung quien dormía.
Salieron temprano para llegar y tener tiempo de ordenar las cosas tranquilamente.

Ya en la ciudad, Jungkook se detuvo por el semáforo. Se dio un momento para observar a Taehyung. Dormía profundamente. Lo sabía porque su boca se movía un poco ante el bajo balbuceo que daba.

Sus ojos se toparon con lo que había al otro lado de su ventanilla.
Una joyería.

Miró de nuevo a Taehyung y otra vez a la tienda.
ㅡ Bien podrías exhibirte ahí, ¿eh? ㅡ susurró. Pero saltó en su lugar del susto cuando una bocina sonó tras él. Miró al frente y el auto que estaba ya se había mordido en verde.
Arrancó y dobló en la esquina, estacionando.

Tragó saliva, a la vez que lo hacía con su susto, y volvió a mirar a Taehyung. Dormido como si nada hubiera pasado.
Suspiró.

Desabrochó su cinturón y se estiró hacia su mochila en la parte trasera.
Sacó su billetera de uno de los bolsillos y se sentó de nuevo.
Se cubrió con el tapabocas, colocándose una gorra.

Bajó del auto con la cabeza gacha. Caminó a paso apresurado hacia la tienda e ingresó.

Bien, la gente que pasó no logró reconocerlo. E incluso las ventanas polarizadas del auto hubieran funcionado, si no fuera porque una mujer curiosa pareció reconocer algo dentro del auto y terminó por asomarse hacia el parabrisas.

Ahogó su grito, pero no dudó en decirle a su compañera, que sí llamó la atención de otros, y rápidamente el auto fue rodeado por personas.

Los flashes y el ajetreo hicieron que su ceño se frunciera y sus labios se abultaran, lo que enloqueció más a la multitud ante la expresión tierna que sin querer formó.

Abrió los ojos de a poco, encontrándose rodeado. Se asustó, por supuesto, pero no entró en pánico.
Se sentó mejor, ya que estaba algo tirado sobre el asiento, y los miró a todos con perplejidad.

ㅡ ¡V! ¡¿Cómo te fue en tus vacaciones?!
ㅡ ¡¿Dónde está Jungkook?!
ㅡ ¡¿Podrías darme una firma?!

Y más preguntas le fueron hechas. Pero él todavía no llegaba a conectar los cables y parpadeó, frotando sus ojos, lo que sólo hizo que varios ahí gritaran de nuevo.

Esperen, cierto, ¿dónde estaba Jungkook?
¡¿Y por qué carajos lo había dejado solo en pleno centro de Seúl?!

Ahora sí se preocupó e intentó buscarlo con la mirada, sin éxito, ya que la gente cubría su vista.
Miró el edificio a su lado, justo cuando algunos voltearon y se movieron del lugar.

Jungkook había salido y fueron por él.
Ahora era quien se veía rodeado, mientras los que quedaron con Taehyung seguían insistiendo aunque sea en tomarse una foto o una firma.

Taehyung pasó la lengua por sus labios y bajó la ventanilla.
Sonrió para ellos y accedió a tomarse fotos, al ver que Jungkook ya estaba en ello.

Pero se distrajo cuando logró escuchar una pregunta que le hicieron: "¿por qué estás en la joyería?".
El castaño miró hacia allá con sorpresa, no pudiendo ver a Jungkook por la gente.

¿A qué rayos se detenía en una joyería?

La idea lo golpeó rápidamente.

Anillos.
Jungkook era tan apresurado y emocional, que no había duda de que vio el edificio y se detuvo a comprar un anillo.

Oyó las demandas e insistencias por una respuesta y sólo rogó que no lo hiciera, que no lo dijera.

Taehyung lo sabía.
Él mismo se había enamorado de Jungkook y se consideraba una persona afortunada por tener a alguien como él a su lado.
Pero Jungkook estaba encantado con Taehyung, se había enamorado incluso más fuerte.

Blue & GreyOnde histórias criam vida. Descubra agora