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[Jungkook]

Bueno, si todo el mundo dice que no aprendo, entonces seré testarudo con algo que sé que vale la pena.
Sólo debo esperar aquí.

[Eunha]


En cuanto el timbre sonó, corrí hasta el salón de Taehyung. Esperé que los demás salieran y me asomé para ver dentro del aula.

—Taehyung. —llamé, alzando mi mano.

—¡Linda! —se levantó y se acercó a mí. —Hola, bonita, ¿te quedas con nosotros? —señaló hacia adentro.

—Sí, de hecho, tenía que darle esto a Jimin —mostré el papelito doblado que Jungkook me encargó.

—¿Entonces vienes por Jimin? Me siento como Jiso ahora.

Reí—Bobo, no, claro que vine principalmente por ti, pero ya que estaba...

—¿Así que viniste por mí? —llevó su mano hacia mi cabello y lo pasó por detrás de la oreja.

—Ahm ahm ahm ahm...
... Taehyung... Me da algo de pena, no hagas eso. —me encogí de hombros.

Alejó su mano—Eres la cosita más linda que he visto en mi vida, Eunha, ¿lo sabías?

—¿Cómo lo sabría? —dije algo bajo.

—Hey, ¿acabas de ser sarcástica? —pellizó mi nariz y me quejé.

—¡Taehyungie! —sujeté su mano para sacarla. —Si me pellizcas, se pondrá roja mi cara —sobé mi nariz.

—Te pellizcaría por todos lados. —sujetó mis brazos —¿Sabes qué quiero? —negué. Él se acercó a mi oído, y me sentí algo nerviosa. —Quiero un beso. —susurró.

—¡Taehyung! —golpeé sus hombros y se alejó riendo.

—Sólo te molesto, bonita.

—Pues ya noooo —inflé mis mejillas y pasé por su lado para ir con Jimin.

[Taehyung]

En cuanto se alejó, cubrí mi rostro al sentirlo caliente.
Yo me reía, pero eso que dije me puso muy nervioso.

—Hey, Kim.

Me volteé hacia Jiso. Siempre permanecía en el aula si Jungkook no pasaba a por ella o sus compañeras no la invitaban; esto último casi nunca pasaba.

Fui hasta ella y me senté sobre la mesa a su lado.—Dígame, Jung.

—¿Hoy puede ser entonces? Me gusta terminar todo antes, pero si no puedes, iré adelantando parte del trabajo. No te preocupes, no tomaría todo el crédito.

—No dejaré que hagas el trabajo sola. Pero aún no elegimos ni siquiera qué escrito queremos hacer, y tenemos como dos semanas. Sé que eres aplicada, pero no te pases, relajate.

—Entonces adelantaré por mi cuenta.

—¿No escuchaste lo que acabo de decir?

—¿No escuchaste que sólo te di dos opciones? Si no puedes hoy, pues, entonces es la otra opción.

Me crucé de brazos—¿Nunca tomas un descanso?

—No puedo tomarme descanso en el estudio.

—Me refiero al hecho de ser aguafiestas. ¿Tú jodes vidas veinticuatro siete o te permites tomar un tecito alguna vez?

Sonrió con superioridad—Hoy en mi casa, o lo adelanto yo sola.

Soplé con mis labios apretados, provocando que saliera saliva. Ella se cubrió y frunció el ceño.

𝐍𝐨 𝐭𝐚𝐧 𝐡𝐞𝐭𝐞𝐫𝐨𝐬𝐞𝐱𝐮𝐚𝐥 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora