Little alpha [l.s]

Nadir.

No estaba siendo un buen día para el menor de los Tomlinson.

Hace unos días se vio en la penosa situación de partirle la nariz a uno de sus compañeros en la escuela. Constantemente sufría de acoso en el colegio por su cuerpo; solían decirle que no iba de acuerdo a su casta y probablemente era uno de esos alfas que le gustaba que se la metieran por el culo, y ellos se ofrecían... era simplemente asqueroso.

A ese grupito de alfas le pareció gracioso tocarle el trasero mientras que iba a su casillero.

Nadir nunca fue un alfa que se dejará llevar por sus emociones y solía pensar muy bien sus acciones y palabras, pero ellos llevaban tiempo con lo mismo y era hora que tomara acciones en el asunto.

No entendía cómo pudieron subestimarlo tanto, que su personalidad sea calmada y su cuerpo no "parezca" la de un alfa no significa que no los pueda hacer mierda a cada uno de ellos.

En fin, después del incidente llamaron a su padre y lo único que recibió fue felicitaciones por defenderse de esos idiotas, pero su madre... su madre pego un grito al cielo cuando se enteró de que había peleado y lo habían suspendido por varios días. Su hermana mayor, Vera, se molestó cuando le contó las razones por que lo suspendieron y prometió que iba a hacer algo al respecto, al principio se iba a negar, pero sabía que era como hablar con la pared cuando su hermana se proponía algo; era de ese tipo de alfas testaduras y sobreprotectoras con su familia.

Nunca se había dado cuenta cuanto le gustaba la escuela hasta que estuvo días seguido sin nada que hacer, podía hablar con los empleados, pero sabía que tenían responsabilidades y no quería interrumpirlos. Su hermana llegaba en la tarde al terminar su jornada en la escuela, el siguiente en llegar era su mamá; había veces en las que podía estar semanas libres y otras en las que casi no la podían ver, su trabajo como modelo hacía que su horario nunca fuera fijo al igual que el de su padre. Él trabajaba como actor por lo que muchas veces tenía que viajar para poder hacer las grabaciones de las películas que protagonizaba.

No podía quejarse mucho, sus padres siempre encontraban la manera de estar con ellos y nunca hacerlos sentir abandonados. Además, sabia que trabajaban para darle lo mejor a él y a su hermana.

Lo que más le gustaba era ir a las premieres de su papá y las sesiones o pasarelas de su mamá, eran simplemente talentoso y los admiraba tanto.

Pero este día tuvo que levantarse muy temprano y no era algo muy agradable para él. Iba a acompañar a su madre a una de sus sesiones de fotos porque la casa iba a quedar sola y sus padres desde la última vez que lo dejaron dijeron que no se iban a arriesgar a hacerlo de nuevo.

Estaban exagerando un poquito en realidad. Una fiesta con más de cien personas, la mitad menores de edad y mucho alcohol no era la gran cosa... además, ni siquiera fue planeado, se suponía que solo iban a ir alrededor de diez amigos, pero de un momento a otro eran mas de lo acordado.

Usualmente amaba acompañar a su madre porque podía pasar más tiempo con ella y le dejaban escoger las canciones que ponían mientras que tomaban las fotos, pero definitivamente no había empezado bien él día.

No desayunó por el apuro de no retrasar a su madre y poder llegar a tiempo. En el camino intentó ignorar a su estómago gruñendo, así que se sentó en el regazo de Harry aspirando su olor, relajándose y cayendo dormido al instante.

Cuando llegaron al lugar se dio cuenta de que no había las mesitas con comida que solían poner las otras marcas en las que su mamá había posado, definitivamente iba a decirle que no volviera a firmar un contrato con esa marca.

—Mami, ¿te puedo pedir un favor?

—Adivino, no comiste nada porque te levantaste tarde.

—No quería hacerte llegar tarde. —Abrazó a Harry por la cintura, mientras estiraba sus labios en un mohín.