VI

55 13 0
                                    







Es verdad lo que dicen; nunca te das cuenta de lo que vale lo que tienes hasta que lo pierdes,
jamás me di cuenta de lo valioso que eras,
hasta que ya no te tuve,
fue cuando quise escuchar tu voz jugando con diversas melodías,
cuando quise oír el dulce sonido de tu risa,
cuando la seguridad que me otorgaban tus brazos se había esfumado,
cuando la calidez que tus labios le brindaban a los míos se convirtió en frío,
cuando busque tu mirada entre la multitud y no la encontré.
Dijiste que era tu tesoro más valioso,
y no me di cuenta que también fuiste el mío,
hasta que te perdí.


-ac

Palabras inminentesWhere stories live. Discover now