Recuerdos de Fukurodani ~ Bokuto Kotaro

~3: Akaashi ~

El primer año de la preparatoria para Bokuto fue bastante agradable. Tenía a Momo como su mejor amiga, tenía una nueva pasión por el voleibol y gracias a sus fuertes entrenamientos estaba agarrando fuerza. Ya era titular del equipo y sus esfuerzos rendían sus frutos.

Las cosas no hicieron más que mejorar en su segundo año. Al club ingresó un chico que quedó a cargo de Bokuto, Akaashi era muy serio y pocas veces demostraba emociones en su cara. Aun así y con su extraña personalidad, terminaron por ser amigos. En realidad parecía que Bokuto lo obligaba a ser su amigo.

—Déjalo ya, pobre chico. —dijo un día Momo llegando al gimnasio después del entrenamiento.

Bokuto se había quedado hasta tarde practicando algunos remates y junto a él se había quedado Akaashi para ayudarlo.

—Nagata Momo. —se presentó la chica hacia el menor.

—Akaashi Keiji. Un gusto conocerla Nagata-san. —saludó cordialmente. De cierta forma era un chico que no tenía apariencia de buitre por lo que Bokuto no puso objeción en que se iniciará una amistad entre su menor y su mejor amiga.

—¿Ageshi? —preguntó la chica sin haber entendido su nombre.

—Akaashi. —repitió.

—¿Akeshe?

—Akaashi.

—¡Ah! Agaaashe. —dijo finalmente la chica poniéndole aquel mote.

Bokuto no podía hacer más que reír de lo serio que se veía su menor ante la insistente actitud de su mejor amiga. No lo sabía pero a raíz de ahí, él también iba a decir mal su nombre.

Fuera de los entrenamientos los tres solían jugar y entrenar en un parque. Aunque generalmente parecían que Momo y Bokuto eran niños rebeldes y Akaashi la mamá que iba detrás cuidándolos.

—Nagata-san. Por favor deje de lanzar el balón de esa forma. Se van a lastimar. —pidió el chico amablemente después de que Momo rematará el balón en la cara de Bokuto por accidente.

—Bokuto-san. No puede deprimirse por que el balón no haya pasado el bloqueo, debe de volver a intentarlo. —dijo una de las primeras veces que el emo mode salió a relucir.

Antes de la preparatoria, Bokuto era un chico calmado y no precisamente feliz. Había sido gracias a Momo que su confianza y seguridad habían subido y se convertía poco a poco en el chico que sería. Quizás antes no le hubiera importado perder un partido pero ahora no podía con la idea de que su remate fuese detenido.

—Ko-chan —llamó la chica quien estaba viendo el entrenamiento —. ¡Lo estás haciendo bien! —dijo con una sonrisa y elevando su dedo pulgar en señal de aprobación.

Ese pequeño acto alegro demasiado al chico haciendo que su cabello regresará a punta.

—¡Otra más Agaaaasheeee! —pidió sintiendo confianza de que su próximo remate pasaría.

Después del entrenamiento, Momo detuvo al menor en cuanto lo encontró solo. Le pidió hablar en privado pues necesitaba decirle algo y justamente Bokuto no podía escucharlo.

—Akaashi —dijo finalmente su nombre —. Espero que estés al lado de Bokuto durante todos los próximos partidos. Sé que es un chico un poco complicado y a lo largo de este tiempo que llevo conociéndolo he estado haciendo esta lista —de su bolsillo sacó un papel que desdobló para enseñársela —. Bokuto tiene de momento estas 20 debilidades y defectos. Creo que te pueden ayudar para que no batalles con él. —dijo con una pequeña sonrisa graciosa.

Ya ella había tenido que encargarse de darle pláticas motivacionales al chico para que pudiera salir adelante.

Akaashi sonrió muy muy sutilmente y tomó la hoja releyendo algunos de los defectos del chico. A partir de ese momento, él tendría que encargarse de ese niño grande y tendría que aprender a actuar de forma correcta cuando se pusiera triste.