Epílogo

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—¿En qué piensas, princesa? —preguntó Bokuto mientras llegaba hacia ella rodeando su cintura mientras acariciaba tiernamente aquella creciente panza que aumentaba su tamaño con el paso de las semanas.

Momo se dio media vuelta regalándole un beso a su dulce esposo. Luego bajó la mirada buscando algo, más bien a alguien.

—¿Dónde dejaste a Keitaro? —preguntó con un poco de terror. Conocía lo suficientemente bien a su hombre como para saber que era capaz de dejar olvidado a su hijo en cualquier lugar.

—Se quedó con el tío Akaashi. Creí que sería bueno poder pasar un último día solos nosotros dos antes de que la pequeña nueva bestia nazca. —dijo con una sonrisa mientras acariciaba aquella gran panza.

—El tío Akaashi lo chifla demasiado. Y tu tranquilo, aun le queda un mes para que Yumei nazca.

Justo en ese momento, Momo abrió los ojos a tope.

—Olvida lo que acabo de decir. Llama a una ambulancia. —pidió mientras intentaba sentarse en la silla más cercana.

—¡¿Qué?! ¿Estás segura? ¿No crees que es solo una patada? ¡Yumei, si me escuchas, tú papá aún no está listo para ser papá por segunda vez! ¡Aguanta un poco más! —gritó en dirección a la panza de la chica.

—¡Maldita sea! ¡Llama a la puta ambulancia! —gritó mientras jalaba a su esposo del cabello para alejarlo de ella y que fuese a buscar ayuda.

Bokuto inmediatamente tomó su celular y llamó a un número de emergencia.

—¡AGAASHEEEE! ¡Voy a ser papá! —gritó con una sonrisa boba.

—Ya lo eres. Te recuerdo que estoy cuidando a la bestia numero uno. —dijo del otro lado mientras de fondo se escuchaba demasiado ruido.

—¡La puta ambulancia, idiota! —volvió a gritar la chica.

—¡Cierto! ¡Lleva a Keitaro al hospital, te veremos ahí! —dijo antes de colgar y ahora sí llamar al otro número de emergencia.

Después de varias horas de un parto prematuro, finalmente nació la pequeña Yumei Bokuto. Una linda bebé de ojos rojos y un claro cabello. Sus mejillas rojas daban tanta ternura que lo primero que hizo su papá al verla fue pellizacarlas haciendo que la bebé se alargará a llorar.

—¿Dónde está mi hermanita? —gritó el pequeño Keitaro de 4 años llegando a la habitación donde estaba la joven pareja cargando a la bebé recién nacida.

—No lo pude detener. Lo siento. —llegó Akaashi corriendo mientras cargaba a Keitaro para acercarlo lentamente a la camilla.

—Muchas gracias por estar aquí. —susurró Bokuto padre hacia su mejor amigo.

—¿Cómo iba a perderme el nacimiento del segundo hijo de mis mejores amigos? —dijo con una pequeña sonrisa.

—Que fea. —dijo el pequeño Bokuto haciendo una mueca de desagrado viendo a la bebé Yumei dormida en brazos de su madre.

Inmediatamente tanto Momo como Kotaro se empezaron a reír. Eso había sido exactamente lo mismo que dijeron ambos padres en el nacimiento de su primer hijo. Afortunadamente el tiempo fue a favor del niño y comenzó a parecer un niño modelo pasado el año. Sus grandes ojos dorados y su cabello azabache era algo que llamaba mucho la atención.

Momo Nagata había dado el sí en un altar y pasó a ser Momo Bokuto. Habían estado llevando ya cinco años de un hermoso matrimonio feliz y ahora su familia estaba creciendo.

Kotaro aún era jugador profesional y los demás integrantes del equipo solían chiflar de sobremanera al pequeño Keitaro con regalos y comida. Era el primero del equipo en tener un hijo. También había comenzado a entrenar a los niños que lo admiraban y con el paso de los años se había convertido en entrenador de voleibol para niños.

Momo por su parte, después de mudarse a Japón junto a su prometido y ahora esposo, había comenzado a trabajar en eventos de bodas. Ella organizó enteramente su propia boda.

Akaashi siempre estuvo al lado de ellos, después de haber recibido aquella imagen de la noche en donde se reencontraron, inmediatamente supo que volverían a terminar juntos. Estaba feliz con aquella decisión. Había sido el padrino del niño y quien más lo cuidaba cuando la pareja estaba ocupada. No tenía planes de casarse aun por lo que era el tío soltero buena onda.

La familia Bokuto era feliz y estaba completa.

Recuerdos de Fukurodani ~ Bokuto KotaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora