7/

152 20 1
                                    

Una muerte es algo que nadie espera o eso hacen las personas normales pero los ninjas trabajan a lado de la muerte, así que conocen esa posibilidad de perecer en batalla otras personas que esperan su muerte son los mayores pese a no quererla saben que está cerca de ellos y pueden perecer en cualquier momento como los bebés.

Obito es un ninja que está familiarizado con la muerte desde que nació pues para que él viva debía morir Naori Uchiha, su padre pereció el día que nació en una misión y su madre poco después de parirlo.

Él es un ninja, por ende ha matado a personas y han querido matarlo más veces de las necesarias para un niño, aunque en la guerra, es normal tener aquellos daños colaterales.

Pero nada de eso importa cuando quien perece es una persona querida, siempre se cree que no puede pasar, como si uno fuera inmune a todo o "eso le pasó por x razón, pero yo no lo hago", siempre ha pensado que pese a convivir con la muerte no le afectará, o al menos eso creyó hasta esa maldita misión. Aunque el problema no fue de la misión de rango B, no, ni siquiera lo que ocurrió cuando regresó a la aldea, su problema fue la inhumanidad con la que le dieron aquella noticia.

...

Ese día despertó más tarde que de costumbre, al notarlo corrió a arreglarse y partir al hospital a ver a su familia, no me importo hacer su cama o desayunar pues Obito solo quiere estar con su abuela antes de partir a una misión de rango C, se ira 3 o 4 días, debe llevar un par de pergaminos al campo de batalla junto a suministros.

- ¡Buenos días! -Saluda a la recepcionista con una sonrisa en su rostro como un par de vasos con gelatina y fruta. -¿Puedo ir a la habitación 404?

- Ya sabes que si Obito -La sonrisa del niño se opaca mientras sus mejillas se sonrojan de pena al notar un pequeño detalle

- ¿Puedo poner mis cosas en el escritorio? -Cuestiona, avergonzado -Para registrarme

- Ahorita te anoto, descuida -Con una mirada tierna, deseando revolver su cabello - Me saludas a la señora Saya

- ¡Sí!, gracias Satsuki -Se inclina, agradecido antes de partir rumbo a la habitación que ha frecuentado desde hace un mes

Hace un mes Saya Uchiha tuvo un bajón de presión que casi acaba con su vida, gracias a esto Obito prácticamente obligó a su abuela a ir al hospital donde, tras una consulta donde le pidieron diversos estudios de presión, sangre, orina, etc. Grande fue su sorpresa al no descubrir el porqué de su "bajón", más no pudo salir del hospital pues casi se cae antes de partir y por petición de Obito hicieron una visita a su médico general.

Saya tiene algo en el estómago que parece no se puede curar con chacka, cosa que preocupa al menor pero la anciana lo calma diciendo que es por su edad y que ha comido muchas cosas pesadas...

No cualquiera llega a los ochenta tan bien y menos siendo un ninja -Asegura con una sonrisa aguantando el dolor que siente, como no poder ver bien a su nieto pero afortunadamente lo puede sentir - Retirado pero ninja -Acariciando su mejilla

- Si

Ese día como muchos otros la charla entre Obito y Saya fue trivial, pero ella destacó algo, quiere conseguir un hilo para hacer un bordado una vez que salga del hospital, piensa hacer grúas para sus yukatas en el festival de Otoño, pese a las protestas de su nieto, quien afirma que son mejor en el Obi, intentando convencerla de esto para que no realice un trabajo pesado aun cuando sabe que es difícil hacerla cambiar de opinión.

Cerca de medio día Óbito se despide de su abuela con un tierno beso en la mejilla, un cálido abrazo tratando de transmitirle todo el cariño que tiene, otro un beso en la frente y un suave "Mejora, nos vemos pronto."

...

La misión del Uchiha transcurrió con normalidad, peleando con Kakashi, hablando con Rin, siguiendo las instrucciones de Minato lo mejor que puede mientras ninguna de estas signifique hacer lucir bien a Kakashi, lo normal en el equipo 7. No se toparon con algún miembro de una aldea enemiga, no trataron de robar los pergaminos ni a la pequeña caravana de suministros que acompañaron, todo fue tan tranquilo.

Obito no podía dejar de pensar en su abuela, sabía que era infantil, la había visto apenas hacía una hora pero se acordó de ella de la nada, tras unas horas de caminata llegaron con la caravana, protegiendo las provisiones en relativa calma y rapidez.

Todo ocurrió tan bien, más de algún modo u otro Obito no pudo dormir ese día, tenía un mal presentimiento que lo mantuvo alerta más nada ocurrió ese día ni los siguientes.

Nada, hasta que llegó a la aldea, había alguien esperándolo en la puerta, cosa que extrañó al equipo 7 más pensaron que era por algo del clan, quizá debía ir a una audiencia con ellos por faltar a una junta de último momento. Nada grave.

...

Entrar al recinto principal de su clan es algo medianamente común para Obito, más cuando Mikoto lo llevó al pequeño templo del mismo el infante no pudo evitar sentir que el mundo se le caía encima, todo debe ser una maldita mentira, dios, esto debe ser imposible.

"Abue"

Susurra viendo la foto de su abuela con listones negros sobre un pequeño altar junto a un frasco, el que usa la familia principal tras incinerar a un miembro de estos...

- Lo siento

Es lo único que escucha de Mikoto antes de perderse en sus pensamientos, no piensa llorar, no ahí, no mientras Fugaku lo ve de forma seria desde la entrada del cuarto, no cuanto Itachi está a lado de su madre viendo con curiosidad sus acciones, como todos ahí, siente que se va a asfixiar, esto debe ser una maldita broma pero Fugaku es un serio de primera que haría ninguna broma.

El cuerpo de Obito tiembla, su sonrisa se borra totalmente de su cara mientras sus ojos pierden el brillo que lo caracteriza, Fugaku lo ve con pena pero no puede hacer nada por él. Mikoto decide tomar las riendas de asunto y con toda la delicadeza que puede le explica al menor lo que ocurre, más lo único que registra el chico es: Debes conseguir una urna para tu abuela.

Entonces, ¿la iban a tirar? Si es eso, ¿por qué no esperaron un par de días para su regreso?, ¿Por qué le dicen eso?, ¿Por qué debe hacer el papeleo de su abuela y pagar las multas por el retraso?, ¿Por qué nadie le dijo?, ¿Por qué ella?, quiere saber, porqué ella se tubo que ir, entre todos ella no debía hacerlo, ella es la persona más fuerte que conoce Obito, su figura a seguir, su ídolo y más grande héroe, la persona que más ama se acaba de ir y no estuvo ahí para ella, ni siquiera pudo estar para despedirla o participar en su ceremonia pero debe estar para hacer toda la burocracia mientras la familia principal realiza el rito para que su alma descance en paz, si la hubieran querido ¿Dónde estaban cuando se entero que estaba mala?, ¿Dónde estaban el día que se desmayo en el baño?,  ¿Por qué la dejaron morir? ... 

Esto es una mierda.

No va a dejar que su amada Saya se quede en esa casa, no, la debe sacar hoy, no importa como, pero antes debe conseguir la bendita urna, esta debe ser hermosa como su abuela pero igual debe parecerse a la de su abuelo como ella quería, no como la vieja urna tradicional de la familia principal.





--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

No se como funcione la burocracia en Japón pero la puse como en mi país. Cuando alguien fallece en un hospital (Hasta donde se) se reconocer al cuerpo, este se entrega a los familiares que fueron llamados ya sea por el hospital o la persona que cuidaba al enfermo. Sacas un acta de defunción. Para que este sea cremado o enterrado debes hacer otro tramite ante el cementerio y la funeraria, como otro ante alguna institución que realice la cremación si el cementerio y la funeraria no lo tienen los instrumentos para esto. Hay funerarias que te dan ciertos objetos para facilitar el sepelio.

 En Japón es común quemar a las personas fallecidas tras un ritual.

Tras quemarlos se colocan sus restos en urnas que pueden ser o no enterradas aunque realizan una especie de oraciones por más de un mes.

Hoy noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora