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Obito acaba de sufrir un colapso emocional, pero nadie le ha ayudado, nadie le tendió una mano, no importan sus esfuerzos no hay nadie junto a él para decirle que todo está bien y como siempre debe callar aquellos sentimientos para no abrumar a los demás.

- Dame una razón –Le dice al altar que tiene en su casa, entre sollozos - Una muestra de buena voluntad –Pidió entre lágrimas - Un suspiro que calme este dolor

A pesar de sus ruegos Obito sabe que no hay nadie para él, nadie le va a escuchar, sonreír o si quiera ayudar, eso es imposible por muchas razones. Él no quiere molestar a los demás con sus tontos sentimientos, de seguro atrasa a Kakashi y ganará un regaño de este por ser tan sentimental, si le dice a Rin la preocupará y puede acabar abatida por su amigo, dejando de lado su ninjutsu médico y esa cosa los ha salvado en más ocasiones que Obito con su sentimentalismo., Ocurre lo mismo con su sensei, Minato, de seguro tiene cosas más importantes que escuchar llorar a un tonto chiquillo, mientras que a Kushina no le tiene la suficiente confianza como para decir su sentir.

No tiene a nadie, ni siquiera puede decirle a su primo de seis años Shisui pues el pequeño no debe lidiar con esos problemas de adultos cuando tiene escuela y bueno, cuando acaba de tener un equipo ninja para participar en la guerra. Sin duda alguna los ninjas son estúpidos en la guerra, ¿Cómo se les ocurre mandar a niños a la guerra?

Obito les reza a sus abuelos que cuide a su pequeño primo como al heredero del clan Itachi, es un buen chico que no le trata mal, aunque para Obito ese chiquillo es muy cerrado, demasiado, siente que con un largo abrazo repleto de cariño se pondrá a llorar, justo como él.

Tanto Shisui como Itachi son muy pequeños para participar en una guerra, no deberían estar ahí y si lo hacen deben regresar a la aldea con todas sus extremidades, incluso él que es un idiota sabe que los campos de batalla no son un lugar para los niños de seis y 3 años respectivamente y eso que poco antes de cumplir 9 años Obito mató por primera vez... Aún hoy le atormenta esa muerte.

Para él enviar a niños a la guerra le trae amargos recuerdos, pues comparte el sueño de su abuela de no enviar a más niños a la guerra, son criaturas inocentes que no deberían conocer aquella cara en ningún momento.

Hace años, cuando Obito le contó a Saya que había matado a alguien esperando una felicitación obtuvo el rostro preocupado de su abue junto a un largo y fuerte abrazo en el cual la Uchiha le pedía soltar todo. En ese momento el niño se rompió a llorar, asegurando que, debería sentirse feliz o actuar tan genial como Kakashi pero no puede evitar sentirse mal por aquel hombre, no entiende porque debe hacerlo y Saya de forma certera como cruda le dijo la verdad, su verdad...

- Los ninjas son una bola de acosadores de mierda que lesionan con armas corto punzantes para salvar el pellejo a un cobarde influyente asesinando a los inocentes que siempre son sus enemigos políticos, aun cuando la persona por la que mueren no sepa de su existencia, los ninjas siguen aquel patrón...

La única respuesta que, pese a no mencionarla Obito es incapaz de contradecir. Puede que Saya la menciona con amargura por su experiencia más eso no quita la verdad en sus palabras, incluso un niño como Obito sabe que nadie puede negarlo, no cuando ha realizado misiones para cuidar a un señor importante con mayor recompensa a una matanza, no cuando se encuentran niños luchando en medio de una guerra pese a que este nunca fue el deseo de los fundadores.

- ¿Dejaste de ser ninja por que son juguetes?

- No –Suspira, dándole una sonrisa a su nieto - Lo hice por otra cosa

- ¿Por qué?

- Obito, no interrumpas –Reprende, relajando sus hombros

- Perdón

- Deje de ser ninja por mi familia –Despeina a su pequeño Uchiha - No tienes idea de cuantas veces discutí con tu abuelo por eso, igual que tú quería seguir siendo ninja y sin duda fui la mejor pero tu abuelo me compartió su sueño, no dude en hacerlo mío

- ¿Qué sueño tenía mi abuelito?

- Adivina~

- ¿Ser hokage? –La mayor niega - ¿Ser un sastre? –Vuelve a negar - ¿Tener una casa? –El menor escucha un nop de su abuela - ¿Ser músico? –La mayor vuelve a negar - ¿Entonces?, ¿qué quería? -Pregunta interesando el pequeño, ladeando la cabeza

Saya hace un gesto para que se acerque y así escuchar aquellas palabras, como si tuviera miedo de ser escuchada por alguien aun cuando estaban en la tranquilidad de su casa, cocinando soba y sashimi para la comida.

- Tu abuelo deseaba recibir a su familia con un abrazo y decir "bienvenido", dejarme comer chocolate mientras que a tu mamá la consentía con productos para el cabello y a tu padre le daba postres de melocotón o tomate.

- ¿A mí me daba algo?

- ¡Claro que sí! –Le hace una seña para que se acerque más –A ti, te daba aquellos postres de naranja con limón –En un susurro pronuncia aquellas palabras – Bordaba tu ropa con sellos protectores y –Guarda silencio un momento, apreciando la cara maravillada de su nieto antes de susurrar - ¡Daba cosquillas!

Con esas palabras atacó las costillas de su nieto con cosquillas, ganándose la risa escandalosa de Obito, quien se movía de un lado a otro cual gusano, llegando a soltar lágrimas de la risa pues no podía soltarse de su abuela y tampoco deseaba hacerle daño.





Head Canon

El Sashimi es un plato de mariscos y pescado crudo (apenas hervido) cortado de forma fina

Kishimoto se inspiró en la cultura Ainu para darle el nombre al Mangekyo de Obito, "Kamui", su significado es lugar de dioses o almas

El abuelo de Obito bordaba la ropa, mantas y cualquier tela de su familia con sellos protectores como de buena suerte, junto a su esposa. Decidieron pasar aquel secreto a sus descendientes

El abuelo de Obito protege un tipo de bordado especial, el de su tribu, un bordado ainu.



¿Cómo creen que se llame el abuelo de Obito? No tengo idea de como nombrarlo D:

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