Mi Guardián

⁂Me Muero Por Besarte⁂

Narra Alex

Me acerco a Elizabeth preocupado se ve muy roja, seguro aun tiene fiebre así que le toco la cabeza pero no esta caliente.

-Estas muy roja ¿aun tienes fiebre?, deberías descansar- la veo nerviosa, tal vez si se siente mal y no quiere decirme.

-N-no tranquilo, ¡estoy muy bien!, estoy perfecta.

-¿segura?- Le insisto pero no da resultado.

-S-si Alex, por supuesto.

sonrío aun no muy convencido de lo que dice hasta que noto algo en su mejilla.

-¿que es eso?- La tomo del mentón suavemente para poder ver mejor lo que tiene.

-Tienes un moretón, seguro fue cuando caíste de la cama aún teniendo fiebre- recuerdo como dijo que quería volar y me causa gracia estaba a punto de decirle sobre eso pero cuando la veo a los ojos no me salen las palabras.

Esta muy sonrojada y sus ojos brillan mientras me mira atentamente nerviosa, inconscientemente me empiezo a acercar a sus labios.

Quiero besarla...

Es lo único que dice mi consciencia y no entiendo porque quiero hacerlo, esto esta mal muy mal, ni siquiera se porque ella tampoco me detiene aunque no me gustaría que lo hiciera.

Rozó sus labios con los míos y siento que el corazón se me va a salir del pecho en cualquier momento, me detengo hay esperando que ella me empuje o se alejé, pero no lo hace. Quiero besarla, y lo pude haber hecho.

Pero cuando iba a terminar de acortar la distancia entre nosotros escucho el timbre lo que hace que ella sobresalto y se alejé rápido de mí y yo hago lo mismo. Siento mis mejillas arder, nos quedamos en silencio unos segundos mirándonos sin entender que acababa de pasar hasta que vuelve a sonar el timbre y ella corre a abrir.

Yo aún no procesó lo que acaba de pasar, ¡La iba a besar!, ¿¡porque!?, ¡perdí la cabeza!.

Pongo mi mano en mi cabello desordenandolo. ¡No entiendo lo que me paso!, fue como un impulso ni siquiera estaba pensando bien. Miro en dirección a la cocina para recordar que la deje hecha un desastre.

-si son sus padres son los que llegaron no creo que me crean que vine a hacer un trabajo de historia de nuevo...

Narra Elizabeth

Corro así la puerta con el corazón en la garganta, ¡¿Que fue eso?!, ¡Alex casi me besa! Y lo que también me sorprende es que ¡yo me iba a dejar!. Bueno tomemos en cuenta que es un chico muy atractivo, ¿quien se negaría a besarlo?, ¡por favor cualquier chica lo hubiera besado así que no tengo porque juzgarme!... ¿verdad?.

Además el no me gusta, son estas estupidas hormonas y mi consciencia que tomaron el control en ese momento, debo calmarme tampoco es que si lo haya besado.

Me detengo frente a la puerta y toco mis labios sin evitarlo me sonrojo recordando lo que paso, sacudo mi cabeza para borrar esos pensamientos.

¡Concéntrate Elizabeth!

Abro la puerta para encontrarme con una chica de cabello rubio que conozco muy bien, ella me mira con una sonrisa mientras se quita sus lentes de sol.

-¡Eli!- Kathe se me lanza a abrázarme. Ella siempre a donde de vaya va a parecer una modeló. Me suelta para así hacerme un escaneo de pies a cabeza- ¡Dios!, ¿y a ti que te paso?, pareces una zombi que jamás a tocado un cepillo para el cabello.

-pues me levanté hace unos minutos así que es normal.

-¿porque no fuiste al colegio? ¡me tenias preocupada!, y el papasito de tu novio tampoco fue.