𝐇𝐎𝐒𝐏𝐈𝐓𝐀𝐋 | 𝐋𝐞𝐞 𝐇𝐞𝐞𝐒𝐞𝐮𝐧𝐠 | ✓

01.- Estás en la mierda

Estaba en el autobús apunto de bajar en la parada que hay delante del hospital Universitario de Yonsei para ver a mi mejor amigo, quien se encontraba en aquel lugar debido a que hace un par de semanas había sido diagnosticado con una insuficiencia renal, por lo que deberían realizarle un trasplante de riñón. Si es que encontraban un donante, claro.

"Hospital Universitario de Yonsei, Gangnam Severance. Quinta planta, habitación veinticuatro".

Eso era lo que repetía constantemente en mi cabeza desde que supe que ingresaron a mi mejor amigo. Todos los pasillos me parecían iguales, por lo que iba con cuidado e intentaba fijarme en todos los detalles posibles para así no perderme en aquel gran hospital, hasta que finalmente encontré la habitación veinticuatro.

Toque a la puerta y al no recibir respuesta abrí la puerta con lentitud.

—Gyunnie —Llamé a mi mejor amigo mientras asomaba la cabeza por dentro de la habitación antes de entrar por completo al lugar. —¿BeomGyu?

Mi mejor amigo no estaba, su cama estaba completamente vacía. En aquella habitación de hospital solo estaba yo y un chico postrado en la cama de al lado, conectado a un montón de cables, sondas, aparatos etc. Me acerqué a aquel chico, que aparentemente tenía mí misma edad o cercana. El chico tenía unas facciones muy lindas, a decir verdad, parecía un príncipe sacado de una película.

—¡ChanMi! —Dijo una voz a detrás de mí, yo di un pequeño salto del susto.

Se trataba de Choi BeomGyu, mi mejor amigo.

—¡Al final has venido! —Dio pequeños saltitos mientras sus manos sujetaban la barra donde se encontraba el gotero de suero que llevaba.

—¿Se puede saber qué haces fuera de la cama? —Me queje mientras agarraba suavemente una de sus manos para llevarlo de nuevo a su cama.

—Bueno... no me gusta la comida del hospital y las enfermeras se niegan a traerme algo de la cafetería. —Me explicó mientras volvía a la cama y se sentaba. —Así que decidí ir yo mismo.

Yo le miré mal. BeomGyu tenía que estar en reposo, y él en cambio estaba paseándose por el hospital solo porque no le gustaba la comida que le daban.

De forma inconsciente volví a mirar al chico que estaba en la cama de al lado y en ese momento recordé algo.

—¿No se supone que tenías la habitación para ti solo? —Le pregunté.

—Hay falta de espacio en el hospital. Le han trasladado esta mañana. —Me explicó BeomGyu mirando a su nuevo compañero de habitación. —Por lo que me ha podido contar un enfermero, lleva en coma casi un año debido a un accidente de tráfico.

Me acerque a la cama de aquel chico, debía admitirlo, tenía un rostro y un perfil muy delicado, era muy atractivo.
Cogí el portafolios que había colgado en su cama y leí en voz alta el nombre que había en su ficha médica: —Lee HeeSeung, diecinueve años.

—¿Crees que nos está oyendo? —Murmuró BeomGyu mirándome de forma curiosa.

—Puede ser.

—Venga ChanMi. —Dijo BeomGyu con tono de burla mientras se cruzaba de brazos. —Empezarás la carrera de medicina el año que viene y ¿esa es tu única respuesta?

—Tonto. A día de hoy el coma sigue siendo igual de misterioso que el fondo del océano. —Conteste con una sonrisa. BeomGyu siempre hacia preguntas que no solían tener una repuesta certera. —Podrías preguntárselo a la profesora Jeon cuando vuelvas a clase. —Bromeé.

—No gracias, bastante manía me tiene ya la profesora Jeon. —BeomGyu comenzó a reír.

Y estaba en lo cierto. La mayoría de las clases de biología de la profesora Jeon se centraban en preguntas absurdas de parte de BeomGyu, como; "¿Por qué los huesos no son flexibles y en cambio los músculos sí?".

—Por cierto ¿Sabes algo de Ni-Ki? —Intenté cambiar de tema mientras me sentaba en la esquina de la cama de BeomGyu. —Konon falto ayer a clase y ni SooJin ni yo nos hemos podido comunicar con ella.

—Me llamó anoche desde el móvil de Ni-Ki. Se quedó sin batería mientras llevaban a Riki a urgencias, le trasladaran a este hospital dentro de un par de días. —Su voz se volvió más apagada progresivamente. —Y obviamente tiene estrictamente prohibidas las visitas, tiene que estar lo más aislado posible.

—Pobre Riki... Todavía es un niño, no sé merece estar pasando por esto. —Murmuré con pena mientras me pasaba la mano por la frente algo agobiada.

Nishimura Riki, o como él preferían que todos le llamaran, Ni-Ki. Era el hermano pequeño de Konon, nuestra compañera nueva de clases y obviamente nuestra nueva amiga.

—¿Sabes si ya tiene algún donante? —Preguntó BeomGyu.

Ni-Ki sería trasladado en unos días al Hospital Universitario de Yonsei, debido a que hace poco él también fue diagnosticado con una enfermedad grave. Pero en este caso fue diagnosticado con leucemia.

—Sí. Konon se ha hecho las pruebas, y al ser hermanos son totalmente compatibles así qué no hay problemas de rechazo de las células. —Conteste. —Konon comparte siete de sus ocho marcadores. —Dije poniéndome más técnica.

—Pero Konon aún no ha cumplido los 18, no puede donar...

—Su madre ha firmado el consentimiento... además tanto ella como los médicos saben que es la mejor opción. Encontrar a un donante que cumpla con todo o la mayoría de lo que se necesita para donar es complicado.

—Bueno... eso es cierto. —Murmuró el chico para sí mismo. —Además está a menos de un mes de cumplir los...

BeomGyu se giró rápidamente hacia su derecha, en donde estaban las bolsas para vomitar, yo me levanté rápidamente para poder apartarle el pelo de la cara para que no le molestara y no se manchara. Odiaba ver a mi mejor amigo en aquel estado.

—Dios BeomGyu, estás en la mierda. —Le acerque una botella de agua con suero que tenía en su mesilla al lado de su cama.

—Lo sé. —Bebió un pequeño sorbo de agua con suero de naranja y se apartó el pelo de la cara. —Oye ¿crees que debería cortarme el pelo? —Preguntó de repente mirando su pelo, el cual ya le llegaba levemente por debajo de los hombros.

—Estas bien así. —Jugué con uno de los mechones de su pelo. —Pero también te veías bien con el pelo corto. Así que es tu elección.

BeomGyu hizo un sonido de afirmación mientras se quedaba viendo los mechones de pelo que cubrían sus ojos.

—Necesito enjuagarme la boca, que puto asco. —Murmuró el chico antes de mirarme con un puchero. —¿A qué me ayudas?

Yo solté una pequeña risa y me levanté para ayudarle a llegar al lavabo.

—Está bien, pero luego tienes que acabarte la botella. —Dije señalando la botella que anteriormente le había pasado.

BeomGyu hizo un puchero. —Es que es un litro de suero... es mucho...