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Pov Mikey

Ya han pasado más de seis meses desde que pasó la salida a la tintorería, a la que por cierto nunca fuimos y le tocó a Mitsuya arreglar mi chaqueta, pero en esos seis meses estoy orgulloso de decir que no me he separado ni un solo día de Takemicchi, y aunque me cueste admitirlo, más que nada me cuesta admitirlo porque eso significa que le estoy dando la razón a mi hermana, me he dado cuenta que no veo a Takemicchi solo como un buen amigo, sino como algo más que eso. Es decir era inevitable, Takemicchi siempre es bueno con todos, me ayuda a dormir y además me compra Dorayakis, es decir, ¿que más puedo pedir? Y pensar que todo esto empezó hace seis meses cuando fuimos a la tintorería acompañados de mis dos idiotas amigos y de sus dos amigos, con los cuales me he acabado llevando bastante bien.

Flashback

La tarde pasó, y lo que al principio pensé que sería un completo desastre acabo siendo una maravilla.

Primero dimos una vuelta por el centro y a saber cómo, acabamos llegando al centro comercial, así que decidimos sentarnos en uno de los puestos que había allí y pedir un helado. Si bien al principio fue todo demasiado incómodo para todos, cuando el chico de lentes, que al parecer se llamaba Kisaki, empezó a hablar con el chico de ojos verdes, que al parecer se llamaba Chifuyu, sobre que regalo le iba a comprar a Peke J por su aniversario de llegada Baji se emocionó demasiado al saber que tenía un gatito, porque si, Baji puede ser un loco que cuando tiene hambre tiende a incendiar autos, pero también es un amante incondicional de los animales, sobre todo de los gatos, y empezó a hacer todo tipo de preguntas sobre el animal, y al parecer eso a Chifuyu le gusto, así que entre charla y charla todos nos fuimos integrando a la conversación pasando de hablar de todo tipo de temas variados, desde la mascota de Chifuyu  hasta explicarles el mecanismo de las motos.

Cuando terminamos de comer los helados nos fuimos a dar un recorrido por el centro comercial y de paso a ver si encontrábamos un regalo para el gato de Chifuyu.

En lo que buscábamos el regalo pasamos por una tienda de Dorayakis y no pude evitar quedarme mirándola fijamente, de lo que al parecer Takemicchi se dio cuenta y sin que pudiera decirle nada entró y me compro una bolsa de siete Dorayakis... ¡Una bolsa de siete Dorayakis! ¡Sin que yo sé lo pidiera o sin que tuviéramos que discutir mínimo media hora para que me comprara un mísero Dorayakis! Vale, cuando llegue a mi casa después de ese día y le conte a Emma con toda la emoción de mi corazón lo de los Dorayakis ella solo me dijo que debería fijarme en otras cosas que no fueran mi, según mi hermana, Kenchin y la mayoría de los capitanes y sub capitanes de mi pandilla, insana obsesión por los Dorayakis y Taiyakis.

Lo cual es obviamente una mentira y un complot para que deje de disfrutar del mayor placer de esta vida, que son los Dorayakis y los Taiyakis.

Pero bueno, volviendo al tema principal, la tarde realmente se nos pasó a todos muy rápido y la verdad fue bastante divertido, recuerdo que al final le acabaron comprando un nuevo comedero más moderno, el cual tenía unas fuentes, al gato de Chifuyu, comedero el cual por cierto pago Baji. Cosa que sinceramente me cabreo y al parecer a Hanma también, es decir, cuando llega la hora de pagar alguna cosa de la pandilla hay hasta que obligarlo, pero esta vez el cabron se ofreció hasta a pagarlo el sin que nadie se lo pidiera, es más, hasta insistió.

Me vi obligado a salir de mis pensamientos al escuchar la voz al otro lado del móvil, voz la cual era como la de un ángel, como todas las noches estaba haciendo mi rutinaria llamada a Takemicchi, el me estaba hablando sobre lo difíciles que estaban siendo los exámenes y aunque sí bien yo casi nunca me perdía en mis pensamientos cuando hablaba con el, ya que me encantaba escuchar su voz y cada una de las palabras que decía, el tema del instituto siempre me pareció especialmente aburrido, así que sin querer acabe perdiendo me en mis pensamientos.

Número en la mesa (Terminada) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt