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Iseul rodó sus ojos al ver como intentaban pararla para contarle cualquier cosa que no le interesaba.
Puso los ojos en blanco mientras observaba al chico frente a ella, el cual no parecía captar sus intenciones.
- Taeyoung, déjalo - un chico tras él le hizo callar.
Iseul observó al alto y rubio chico tras el castaño, su mirada yendo de arriba hacia abajo.
Hizo un gesto de indiferencia y siguió su camino hacia su clase.
Una vez dentro se sentó en su sitio habitual y soltó un pequeño suspiro, si no hubiese sido por ese chico rubio habría llegado tarde a clase.
Cuando ella supo que iba a darle vueltas al mismo asunto, negó con su cabeza y sacó los materiales que necesitaba para la clase.
Sin prestarle atención a nada comenzó a dibujar en una esquina del libro de historia, hasta que alguien le hizo salir de su burbuja.
Huijun le saludaba con una pequeña sonrisa en sus labios y ella sólo asintió en su dirección.
El pelinegro observó las bolsas bajo los ojos de la chica e iba a preguntarle si estaba descansando últimamente, pero al ver como ella bostezaba no le hizo falta.
- Tienes que descansar - él chasqueó la lengua e Iseul le miró por el rabillo del ojo.
Iseul y Huijun no eran amigos pero tampoco eran desconocidos, el chico hacía siempre todo lo posible para hacerle saber a la chica que le interesaba, que quería ser su amigo, pero Iseul había tenido demasiadas decepciones y no quería una más.
Aún así ella le tenía cierto cariño al chico de pelo negro que se sentaba junto a ella a todas horas.
Iseul tenía conocidos, pero no era capaz de llamar a ninguno amigo, no se sentía tan cómoda como para llegar a ese punto.
- Ya lo se Jun, cállate - dijo ella mientras rodaba los ojos por segunda vez en el día.
El apodo salió de sus labios con total facilidad, ni siquiera se lo había pensado, y a Huijun le hacía feliz.
Una amplia y brillante sonrisa adornaba sus labios y ya se sintió realizado con él mismo, tras años había conseguido un avance.
Decidió dejar a la chica tranquila, hasta que su mejor amigo llegó.
- Te dije que me esperaras en la puerta de mi casa - Minjae habló con un puchero en sus labios.
Iseul levantó la cabeza de su libro y observó al chico rubio desteñido.
- Si te esperaba llegaba tarde - Huijun frunció el ceño.
El puchero de su amigo se hizo más prominente y saludó a la chica con ojos grandes.
Iseul se lo devolvió con un movimiento de mano, al mismo tiempo Sunoo apareció tras él.
- Avanza Minjae vamos tarde y no quiero quedarme limpiando por tu culpa - el chico bajo empujó al alto hacia su sitio, el cual se encontraba tras el de Huijun e Iseul.
Minjae y Sunoo comenzaron a pelearse, como todos los días ocurría y la chica no le prestó atención, su mirada volviendo a su libro y dibujo.
De pronto todos se callaron y eso sólo significaba que el profesor acababa de entrar, aún así ella seguía en su mundo.
- Hoy tenemos dos nuevos compañeros, espero que podáis darle una cálida bienvenida - el mayor habló.
- Soy Kim Taeyoung, espero que podamos llevarnos bien - al escuchar la familiar voz Iseul levantó su cabeza.
Ella recordó que era el chico del pasillo de esta mañana, el cual le había preguntado por algo pero no le había interesado lo más mínimo el qué.
- Yo soy Ahn Seongmin, encantado - el chico a su lado hizo una pequeña reverencia y su aguda voz llamó la atención de todos.
- Tomad asiento al fondo - el profesor les enseñó con la mano los lugares libres a la derecha de Iseul.
Ella respiró hondo y siguió dibujando en su libro, sin importarle lo que pasaba a su alrededor.
Taeyoung le dio un codazo a Seongmin y le señaló con la cabeza hacia Iseul, ambos sonriendo levemente.
