Capítulo 25

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Klhey:

Jamás pensé en coger con alguien en mi oficina, siempre fui muy recto con respecto al trabajo porque para mí eso es lo más importante

Mis negocios

Y el tener sexo en mi oficina jamás cruzó por mi mente

Hasta ahora

Porque el día de hoy tuve que traer a esta preciosidad conmigo quién se veía mejor de lo usual

La falda de tuvo moldeaba bien sus caderas y esa camisa solo estaba tentandome a romper los botones para atacar sus pechos

Muy pequeña y todo pero nada inocente

El verla a sí misma dejarse expuesta ante mí y montarme me hizo perder los estribos

El tenerla subiendo y bajando sobre mí falo solo me hacía repetirme una vez más lo afortunado que era con tremenda mujer

Aunque todos la vieran como una niña

Para mí no era eso en su totalidad

Era una mujer, mi mujer

A la cual no me importó follar en mi sillón ni en mi escritorio donde la incliné dejando su culo expuesto para mí

El sonido del choque de piel era tentador, sus leves gemidos eran música ante el silencio de la oficina, y a mí no me importaba que tan fuerte lo hiciera

Porque para empezar toda la puta oficina era a prueba de ruidos

Ella ya ni siquiera llevaba su camisa y sostén, mi mano izquierda apretaba su cuello y su falda estaba enrollada en su cintura mientras ella mantenía las piernas abiertas para mí

Sus tetas subían y bajaban mientras la embestia y su lindo sexo perfectamente depilado me ponía mucho más cachondo por lo rosa que se hacía siendo penetrado

Su forma de morderse los labios, cerrar los ojos, sus muecas, sus gestos, sus sonidos. Me estaba grabando todo

Mi mano fue a su monte de venus y con mi pulgar hacía círculos en su clítoris haciendo que se retorciese bajo mi tacto

Su frente sudaba levemente, su labial estaba ya medio corrido y sus mejillas completo enrojecidas

Nadie la volvería a ver inocente si la vieran como disfruta de esto ahora

Mi mano dejó su cuello unos segundos para plantarle una cachetada que la tomó por sorpresa pero la hizo sonreír en mi dirección haciéndome acelerar mis embestidas

_Pégame

Me pidió entre gemidos haciendo que apreté la mandíbula antes de propinarle otra más

Le gustaba esto, y yo estaba más que encantado con ella

_Voy a....

Mi dedo seguía haciendo lo suyo en su punto G y comenzó a querer lloriquear antes de intentar quitar mi mano pero tomé de sus muñecas con la otra haciendo que quedarán en cima de su cabeza

_Porfavor...

No sabía si quiera donde esconder la cara mientras yo ya estaba a punto de correrme

Y cuando sentí su liquido caliente en mi abdomen fue que me vacee dentro suyo

Su vagina chorreaba y mientras mi respiración trataba de controlarse no paraba de observar lo blanco de mi semen queriendo salir de su entrada

La miré tratando de regular su respiración y solo me preguntaba cómo podía ser tan sexy

Ella se inclinó sobre sus codos y su cara reflejaba inocencia como si no supiera que pasó haciendo que sólo quisiera cogerla de nuevo

_Perdóname, no pude evitarlo

Mi abdomen se había mojado pero su chorro no había sido en exceso como para pedir disculpas

Y de cualquier forma, me hubiera dado igual porque ambos lo disfrutamos y es lo único que importa

Me acerqué a besarla y ella me recibió el beso antes de bajarse del escritorio en busca de su blusa y brasier

_Tienes... Papel?

Me hizo voltear a verla y le sonríe antes de tomarla de los brazos y hacerla ingresar al baño de la oficina

Con tanta gente que ha muerto aquí incluso he tenido que darme un baño antes de salir

_Sara se dará cuenta

_Sara ya se dio cuenta —la mete a la ducha— si nos demoramos un poco más no tiene nada

Nos duchamos rápido y salió apresurada incluso antes que yo para secarse y volverse a cambiar al igual que yo

La tomé de las caderas acorralandola en el escritorio y solo río antes de alejarme tomándome de los hombros

_Necesito que firmes esos papeles

_Bésame

Busqué sus labios y nuevamente no me negó el beso mientras mi mano acariciaba su mejilla aún algo roja por las bofetadas

_Sara quiere que salgamos a comer todos juntos

_Su marido la deja primeramente?
—le habla en son de burla

_Tiene esposo? —eleva las cejas— Yo ya estaba imaginándome una historia de amor entre ella y Taylor

_—ríe— Taylor? - niega-
Nada que ver, y no tiene esposo, es su novio pero... Se molesta fácil

_Cómo tú por un vestido?

El comentario me hizo borrar la sonrisa de inmediato

Tenía razón pero yo no me parecía ni por un puto pelo al ridículo novio de Sara

_Sí vamos a comer?

Sus ojos cafés se iluminaron y sentí no poder decirle que no

A esos bellos ojos no

_Claro, dile que no hay problema

_—sonríe — Gracias

Me dio un pico leve en los labios y se volteó a tomar los papeles para luego ponerlos frente a su rostro

_Firmalos rápido porfavor que ya demoré mucho aquí dentro — ríe

Le quité los papeles y le di un beso antes de darles una leída rápida y pasar a firmarlos, ella me dio otro beso y agradeció antes de salir de mi oficina con una sonrisa dejándome satisfecho, confundido y con una alegría que no podía explicar

Esta alegría es de la que hablan después de coger?

Aunque siempre no es así, porque nunca antes sentí tanta tranquilidad después de hacerlo con ella

Así que creo que me iba gustando más de lo que podía imaginar

Y a pesar de todo lo que seguía teniendo detrás estaba convencido cada día más que no quería que ella se fuera

No la quería dejar.

LA MUJER DEL MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora