Empíreo

Capítulo 8

Excursión

— ¿Ven esta imagen niños?— obtengo la atención de los seis pequeños que acuden a mis clases, en el orfanato

— ¡Siii!— exclaman

— A ver…—paseo entre los pupitres haciendo mayor el suspenso— dime Melissa, ¿Qué vez en este dibujo?

— ¿Un Ada volando?— contesta dudosa, los demás, buscan la Ada de la que habla su amiga.

—No peque, ¿alguien sabe qué es?— indago

—El ratón Pérez haciendo su trabajo en la noche— exclama eufórica Sofía, escucho risas y más comentarios referentes a que aparece en dicha imagen

—Es un pueblo de noche—murmura casi imperceptible Noah

—Bien, Noah tiene razón;  hora les contare como fue que se hizo — me miran fijamente mientras hablo

»Había una vez un chico que no se sentía bien, así que lo llevaron a un hospital para que mejorara, mientras estaba allí todos los días miraba el cielo nocturno hasta que una noche decidió dibujarlo, para sorpresa de todos, aunque existía gran similitud entre el cielo real y el que se exponía en dicho lienzo no era iguales y la técnica que usó no era la común, así que se crearon miles de teorías sobre que representaba exactamente la obra, unos sostenían que era lo que el sentía, otros que era lo que veía del paisaje, que quizás había estudiado astronomía, o que simplemente se había vuelto loco, pero ¿saben lo que dijo el pintor? —niegan con la cabeza

—Dijo: No sé nada con certeza, pero ver las estrellas me hace soñar

»Este cuadro se llama La noche estrellada y lo que quiero que vean es que, como le sucedió al pintor, no siempre van a ser entendidos o aceptados por sus acciones, muchas veces ni ustedes mismos sabrán que los lleva a actuar de esa manera, pero solo una cosa es segura, siempre deben seguir sus principios y valores— concluyo y acto seguido toca la campana

— Una cosa antes de que se vallan pequeños; sueñen…Sueñen despiertos y dormidos, jugando, hablando, estudiando, pensando, riendo y también llorando, mas nunca permitan que nada, ni nadie, les impida luchar por realizarlos— ellos me sonríen y salen del salón

— La forma más sencilla que eh visto de explicar una obra de Vincent Van Gogh y que sea a su vez tan precisa y correcta—comenta una voz detrás de mí

—Eso era porque hasta ahora no me había visto trabajar Elizabeth— respondo con altanería, mientras recojo mis cosas; me importa muy poco lo que piense de como imparto las clases por muy directora que sea.

— Necesito que mañana vengas temprano porque llevaran a los niños a una excursión— informa

—Por si no lo recuerda estoy en la universidad y tengo clases, otra cosa ¿llevaran, quiénes?— pregunto

—Ya lo de las clases está acordado con su director y respondiendo a lo último, serían otros supervisores, Polarys y usted— responde y se me hiela la sangre, aún no me veo capaz de hablar con ella

—No puedo ir

—No te lo estoy preguntando Thomas, solo te informo— decreta girando sobre su eje y marchándose de allí.

***

—

Señorito ¿Qué gusta comer?— pregunta Sarah nada más atravesar la puerta de mi apartamento