Capitulo 32: Tristeza de Lady María, hija de Guerman

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Regreso del Rey Caído The Gamer
     
       
       
Pensamientos de María
       
¿Cuánto tiempo pase investigando? ¿Cuánto tiempo llevo dormida? ¿Cuántos años han pasado sin que me haya dado cuenta? Me volveré parte de los muebles del lugar a este paso... Eh olvidado como es la luz del sol. ¿Habrá sol y la noche sigue cubriendo todo? Ya estoy cansada de este lugar del que no pueden escapar los cazadores...

Los primeros días me la pasé lamentándome sobre todos los pacientes que no mate por mi estupido capricho de intentar salvarlos, mi estupido sometimiento a los jefes por mi cobardía, a pesar de que Guerman y "el" me lo dijeron tantas veces, no los escuche y hasta el día de hoy me sigo culpando. Yo quería tratar a aquellas personas como humanos y no como bestias como los llamaban los demás

Niños y ancianos enterrados por mi propia mano ya que los demás querían botarlos a una fosa común como si no fueran nada. Cada día que pasaba los doctores se volvían sádicos y manipuladores

Era horrible ver cómo los pacientes gritaban al punto de desgarrarse las cuerdas vocales y arrancarse la piel de la cara con sus propias uñas. La única que me hacía sonreír un poco era Adeline, aquella niña que no enloquecío a pesar de tener forma esqueletica y cabeza inchada en su casco de bolsa

Al pasar las semanas los doctores de iban abandonando a sus "juguetes" por qué ya no soportaban el lugar

¿Por qué no me visitan?. Gherman... ¿Dónde estas ahora? ¿Por qué no me enseñas a usar una jeringa como lo hiciste con la espada? ¿Ya no soy importante para ti?

Arthur... ¿A esto te referías con tomar buenas decisiones? ¿Por qué no vuelves y me apoyas en esto como lo hiciste cuando tomaba clases de espada? Quiero que la persona que amo este a mi lado... No quiero estar sola... ¿Acaso me odias por dejarte de lado por este trabajo?

Solo quiero salir de aquí, ¡por favor vengan por mi! Yo no lo soporto... Lo admito, tenían razón ustedes dos, siempre la tuvieron, peleé por una causa perdida...

Eso solía pensar en esos momentos. Pero nunca los ví...

Mi depresión fue tanta que no pude evitar cortar un poco mis manos para sacar por un momento el dolor que tenía en mi. La zona alta del pabellón evitaba que los gritos y lloriqueos entrarán. Era su propia zona para llorar y lamentarse

No debí haber desafíado a los dioses, no debimos hacerlo, pero si ambos fuimos castigados por ellos, no queria quedarme sola aquí, encerrada en esta torre del reloj. Arthur, no puedo salir de aquí, no quiero volver a la aldea. Por favor... vuelve... me arrepiento, quería que me rescatarás para volver con los cazadores y vivir una buena vida contigo, sin ti la vida no tiene sentido para mí, se me oprimía el pecho al pensar en no volver a ver a nadie pero ya ni siquiera podía llorar

Habían pasado años desde que estaba aquí aún con las heridas para intentar descansar en paz en el más allá pero nada funciono. Un cadáver no podía descansar en paz...

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Tomando aire y suspirando, inserto la llave en la gran puerta de madera y las abrió lentamente

Un ligero aire revoloteo su capa de plumas, un aire acre y pesado

Caminaba por la sala de manera lenta, el acogedor aire tibio, las crujientes maderas y el sonido de piano a su alrededor lo extrañaron

Al fondo, reflejaba la luz del enorme reloj que marcaba 11:34, debajo una figura que rapidamente llamo su atención, podía oler un aire limpio a café con chocolate de lo más agradable, un aspecto de lo más hermoso. Sentada en una bella y elegante silla de madera, se encontraba aquella que callo en las garras del abismo

Regreso del Rey Caído (The Gamer)Where stories live. Discover now